Por Javier Sandoval
Si hay algo que caracteriza a las tocatas de recintos pequeños (bares, salas de eventos, galpones, etcétera), es la cercanía que se genera entre el público y las bandas participantes. Aquella cohesión, en algunos casos, va más allá de las nulas vallas que separan la cancha del escenario, sino que recae en la simplicidad y honestidad con que se genera el show. En estos, no hacen falta fuegos artificiales, efectos visuales o gigantescas pantallas led; con una noche infernal, tres bandas y quinientos headbangers basta y sobra.
Aquella, justamente, fue la manera en que el sello Sick Bangers promocionó su primer material en formato DVD, llamado Sick Mosh. Esta grabación registró las presentaciones que Nuclear, Lefutray y Conflicted dieron el 5 de enero de 2013 en el Galpón Óscar Quina de Arica, donde asistieron cerca de quinientas personas, entre quienes habían ariqueños, santiaguinos, temuquenses, e incluso peruanos.
El DVD, que fue producido y dirigido por Sebastián y Roberto Puente, respectivamente, es un material bastante sincero en el sentido que refleja todo lo que una tocata del circuito under tiene, como por ejemplo, los errores propios de un evento de estas características. Que esto último no se malentienda ni se tome como algo negativo, sino que como algo positivo y valorable. Cualquier encargado de sonido, perfectamente, podría haber eliminado las partes (bien pocas, en todo caso) donde sonaban algunas cuerdas al aire de manera errónea, pero no lo hicieron. La pregunta es ¿qué se gana con eso? Fácil. Se gana una grabación honesta que plasma a perfección el ambiente en que los conjuntos tocaron. Tal como dijo el guitarrista de Atomic Aggressor, Enrique Zúñiga, en la crónica de Patricio Jara, Pájaros Negros 2 (Ediciones B, 2013), en los shows en vivo “uno no busca el sonido perfecto ni una interpretación idéntica a los tema de estudio, sino que tiene que haber algo que refleje la intensidad del momento”. Tal cual.
Además de las potentes presentaciones de Conflicted, Lefutray, y Nuclear (quienes tocaron un tema de la época en que se llamaban Escoria), y de unos videoclips de los dos grupos soporte que tuvo la tocata (Anal Flesh y Corrosivo), en Sick Mosh se puede ver un documental donde los músicos de las tres bandas cabeza de cartel hablaron sobre lo que les pareció este evento, en el que todos concordaron que fue una jornada de respeto entre el público y los músicos, en el que los primeros disfrutaron a más no poder y los últimos aprovecharon la oportunidad de plasmar sus trabajos en un material que aspira tanto al mercado local como internacional.
También, en el mismo documental, se pueden ver algunas divertidas anécdotas vividas antes y durante la tocata. Como por ejemplo que el bajo de Christian Bravo (Lefutray) viajó equivocadamente desde Santiago a Punta Arenas, y desde allí a Arica en un solo día, o que el galpón donde se realizó el evento, al no estar autorizado para shows de aquellas características, estuvo a punto de ser suspendido por Carabineros.
Sick Mosh se podría calificar como un material infaltable en la colección de los amantes del metal nacional. La cohesión y retroalimentación público–banda, y las honestas puestas en escena de los mismos grupos son motivos para escuchar este dvd a todo volumen en el living de una casa en compañía de los amigos del alma. En las tocatas, el enfermo baile tribal llamado mosh pit no se detienen hasta que termina la canción de fondo. En este caso, la canción tiene para rato.