PUNTERO FANTASMA

Fernández Vial: el campeón que nos farreamos

1958_Fernández Vial

Una de las grandes tragedias de la historia del fútbol chileno la protagoniza el Fernández Vial. En circunstancias normales, el club más popular de la segunda ciudad más poblada de Chile no sólo debiese jugar en Primera: también tendría copas en sus vitrinas y sería una verdadera potencia nacional.

El Vial podría haber sido una suerte de Rosario Central o Barcelona de Guayaquil: en un mundo paralelo, los equipos santiaguinos debiesen volver habitualmente trasquilados de su visita a los guerreros de Concepción.

Sin embargo, el centenario Club Deportivo Ferroviario Almirante Arturo Fernández Vial hoy es una institución que ni siquiera sabemos si realmente sigue existiendo. ¿Quién es el culpable? Acá sí que no hay dudas: el centralismo.

Fundado como Internacional F.C. en 1897 en los sindicatos de los talleres ferroviarios penquistas, en 1903 fue rebautizado en homenaje al almirante sobreviviente del Combate Naval de Iquique y quien luego ganara justa fama como defensor obrero. En la foto de abajo vemos al propio Arturo Fernández Vial en 1910 junto al plantel del club que lo homenajeaba.

1910_Fernández Vial

Con el paso de los años, los aurinegros se convirtieron en potencia local y disputaron palmo a palmo la popularidad al otro gigante de Concepción, el Lord Cochrane. Constituido el Torneo Regional del Sur, ambos fueron permanentes animadores. El Almirante se erigió entonces como el representante de los sectores más populares y pronto se ganó el mote del “Colo Colo del Sur”.

Llegaron entonces los años ‘60 y el fútbol profesional por fin fue capaz de integrar a los chilenos que vivían al sur de Talca. Concepción era la niña bonita, con la promesa de un estadio nuevecito y miles de hinchas entusiastas por ver partidos “de verdad”.

Sin embargo, la dirigencia central -con una miopía rayana en la ceguera- también decidió aplicarle a Conce la funesta política de “un club por ciudad” que a mediados de esa década era norma. Para aspirar a un cupo en el profesionalismo, todos los clubes locales deberían fusionarse.

Pero pedirle eso al Vial y al Lord era como si en Santiago se hubiese exigido que Colo Colo y la U se unieran en un imposible Santiago Unido F.C.

Al cabo, ambos se negaron. El Lord Cochrane decidió hacerse a un lado y traspasarle su plantel al nuevo Deportes Concepción Unido (resultado de la fusión de clubes penquistas más pequeños); Fernández Vial, en un gesto de dignidad inédito en la historia del fútbol chileno, rechazó de plano sacrificar sus más de 60 años de historia para sumarse a un experimento que nunca acabó de cuajar.

Y así, el viejo equipo ferrocarrilero se refugió en el amateurismo, sólo para emerger 15 años después cuando la creación de la Tercera División le dio la oportunidad de demostrar en la cancha que seguían siendo el equipo del pueblo en Concepción. Eso ya lo veremos.

 

Fotos: Amante Futbolero.


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