Paul McCartney y Brian Wilson nacieron con tan solo dos días de diferencia. En Liverpool, un 18 de junio de 1942 el primero; y en California, un 20 de junio de 1942, el segundo.
Ambos abrazaron la música a una temprana edad escuchando radio y lo que le mostraban sus padres, aprendiendo a amar las melodías atemporales. A los dos les voló la cabeza el rock and roll y se decidieron a tocar en una banda, McCartney uniéndose a The Quarrymen de John Lennon y Wilson junto a sus hermanos, un primo y un amigo, en The Beach Boys.
Ambos alcanzaron sus primeras cimas con tan solo 20 años y fueron tildados de «genios».
Con el tiempo, Brian quiso superar lo que hacía Paul en The Beatles. Y lo logró en mayo de 1966, con «Pet Sounds», disco que a su vez causó un gran impacto en McCartney, inspirándose para el mundo ficticio del Sargento Pimienta al tiempo después.
En 1976, McCartney le cantó cumpleaños feliz a Wilson. Ambos se consideran hermanos separados por un océano, por el Atlántico, ese que los ingleses cruzaron como peregrinación para tomarse el mundo en 1964.
Esta foto es una de las tantas que reflejan los momentos en que Wilson y McCartney comparten en esa fraternidad que solo da la música. La buena música.