Está siendo el triunfo rotundo de la mediocridad…
Se aproxima el fin de año escolar y para muchos estudiantes que terminan su enseñanza media, su graduación tendrá una cuota inolvidable de amargura. Se trata de aquellos que empujados por los efectos secundarios del llamado “ránking de notas” tuvieron que mudarse a establecimientos donde sus promedios no los perjudiquen para entrar a la universidad. Según explica hoy a “El Mercurio”, hay un 40% menos de alumnos que intentan llegar a los denominados “liceos emblemáticos”.
Dice una apoderada del Liceo 1 de Niñas, citada en el artículo, que “desde agosto” varias alumnas comenzaron a irse a otros establecimientos. Y según los académicos Sergio Urzúa, de la UC, y de Arturo Fontaine, de la Universidad de Chile, el ránking, “perjudica a los alumnos de los mejores colegios de la educación pública, que compiten de igual a igual con los mejores de la educación particular”. Para Fontaine, ahora conviene ir a un colegio con pocas exigencias académicas y para Sergio Urzúa, “si no se hace nada, (el ránking) es la lenta muerte de los emblemáticos”… Y muertos estos establecimientos que deben mostrar el rumbo y poner los parámetros de la exigencia, la Educación Pública terminará navegando en el limbo en que varios han querido que se hunda…