Yo me rebelo… llegamos al viernes, termina noviembre y nos quedamos con esta frase que marcó a la política esta semana… Yo me rebelo… Una frase que no vino de un grupo de estudiantes en las calles o de pancartas nacidas en la izquierda. La rebelión ante las “injusticias sociales” es de la UDI. El partido de Jaime Guzmán y que aún no se atreve a sacar las apologías al Golpe Militar de sus cartas fundacionales, está en “rebelión” frente a los cambios, ante lo que cree es la mutilación de las libertades en la enseñanza o las cortapisas del Estado a la librecompetencia que obliga la economía de mercado. La UDI se rebela, dice, ante la mediocridad de un Gobierno que nos tiene sumidos en el estancamiento…
Al senador Hernán Larraín, no le gustó esta campaña viralizada redes sociales. En una entrevista a La Segunda, el jefe de los senadores del gremialismo, dijo que a esta “rebelión” le falta relato… “La rebelión sola no es más que una expresión de voluntad de carácter emocional, y requiere de un proyecto fundado y real, que interprete a la gente y le dé cauce al malestar”, dijo Larraín.
A los que nos gusta el rock, sabemos que la rebelión no es cosa de marketing. Que la actitud se vive por dentro y las llamadas luchas por la libertad no se pueden hacer pataleando sobre un tejado de vidrio… Para rebelarse, para ser “rebeldes”, hay que tener un piso firme, un relato, un pasado y la convicción de que la mediocridad está –realmente- en aquellos que quieren que nada cambie…