Los aires están revueltos… Hace un par de horas, la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, suspendió la actividad que tenía prevista en Lebu, región del Biobío, para sostener una reunión en La Moneda. Se supone que en estos momentos, la Mandataria analiza junto a su equipo las dos encuestas que han enturbiado los ánimos en Palacio, como son la Adimark y la CEP. Ambas, arrojaron notorias bajas en la aprobación del Gobierno.
Según la CEP, por ejemplo, la aprobación de la Presidenta cayó 12 puntos, mientras que la desaprobación del Ejecutivo creció a 43%.
El Gobierno pareciera cerrar un año dentro de las turbulencias lógicas de aguas que han sido agitadas. Es obvio que una administración que se base en cambios estructurales y reformas, tenga que enfrentar oleajes que se levantan e intereses que se asoman como roqueríos peligrosos.
Lo fácil es gobernar para la tribuna, para las encuestas, o para los que siempre ponen las fichas para que se baile la música que ellos quieren. Una simplecita, sin grandes riffs de guitarras.
En política, hay marineros de agua dulce que van a la segura y otros que se aventuran en alta mar con un norte definido… Con los cambios de tripulación que haya que hacer pero manteniendo un timón firme y un programa concreto…