El ejemplo de Perú… Todo un escándalo fue para los peruanos un catálogo navideño de la filial de la empresa Falabella en el país vecino. ¿La razón? Una foto de cuatro niñas rubias vestidas como muñecas que se vendían en la tienda. La publicidad fue tildada de racista y obligó a la filial a retirar los catálogos navideños y a disculparse con el pueblo peruano.
A través de un comunicado, Saga Falabella aseguró que, «hemos iniciado el retiro en nuestras tiendas de la Guía de Regalos de Navidad y de otros elementos complementarios de dicha pieza». Y admitió que, «lamentamos que la formulación de una pieza de nuestra comunicación comercial haya generado malestar por no haber representado adecuadamente la diversidad que sí está presente en las demás piezas de la campaña».
Es el respeto a la diversidad lo que hizo retroceder una campaña de marketing. Una campaña que pone un paradigma racial sobre otros, un color por encima del resto, un deseo aspiracional centrado en la apariencia más que en fondo… Y nosotros, ¿cómo estamos por casa?