MALDITO ROCK AND ROLL

RESEÑA // El regreso de Weichafe: pasión, calle y comunión

Equipo Futuro |

Recuerdos de una velada perfecta en el Teatro Caupolicán.

Por Héctor Muñoz Tapia
Fotos de Juan Pablo Quiroz

El jueves 30 de abril de 2009, Weichafe se despidió de su gente en un emotivo show en el Teatro Novedades. Ponían fin a una historia de, entonces, 12 años de actividad ininterrumpida, para dedicarse a proyectos propios. Y pasaron casi exactos 5 años para que nos sorprendieran con el anuncio de su regreso. ¿La fecha? Sábado 13 de diciembre, nada menos que en el Teatro Caupolicán.

La energía se sentía desde temprano en San Diego 850. Se podían ver reencuentros de amigos que no se veían hace tiempo, gente que compartió batallas y recorridos siguiendo a la banda donde fuese que tocaran. Poleras de The Beatles mezcladas con las de Iron Maiden y Black Sabbath. Una verdadera comunión de rock que colmó el Caupolicán desde el primer momento. Se apagan las luces a las 9 de la noche en punto, y una presentación de Gonzalo Frías de “Séptimo Vicio” de Via X precedió a una interpretación de Machuca en vivo de “Al Patíbulo”, la canción con la que Angelo Pierattini,Marcelo Da Venezia y Marcelo Hidalgo saltaban al escenario para comenzar cada show de Weichafe. Y el regreso no fue la excepción.

De inmediato, el lugar se vino abajo con “Festín De Muecas”, “Opción Laverna” y “Salvador”. Parecía que no hubiesen pasado 5 años, salvo por un par de detalles: el trío estaba tocando mejor que nunca, con una sabiduría y solidez que solo da una pausa; y las primeras filas tenían a muchos jóvenes, de seguro niños que pillaron a Weichafe después de la separación, y que los estaban viendo por primera vez. Esa energía siguió inundándolo todo al pasar “5:30 AM” y el ritual de la casi cueca que el público realiza al final de la canción. “Es indescriptible la emoción”, decía Pierattini, con guitarra al hombro, tras un brevísimo respiro. Y la fiesta recién comenzaba.

El LED de fondo proyectaba luces lisérgicas y uno que otro inserto del concierto, que fue registrado en su totalidad para un próximo DVD en vivo, el ambiente ideal para retratar el repaso de Weichafe por toda su historia. Nada quedó al azar mientras veíamos y escuchábamos la mezcla de potencia con emoción, marca registrada de la banda en su historia, con juegos de guitarra octavada en “Me Voy A Encerrar” y “Pájaros De Papel”, el gancho de “Me Saqué Los Dientes”, el protagonismo gutural de Da Venezia y la batería de Hidalgo en “Cadáver Feliz”, la atmósfera distorsionada de “Suerte” y uno de los puntos altos de la primera parte del show, “Tierra Oscura Del Sol”, que cerró con un inspirado momento de Pierattini evocando el espíritu del “Weld” de Neil Young and Crazy Horse.

¿Luego? Un video con el trío recorriendo las calles de un Santiago que es nuestro pero que no se muestra en las postales turísticas, ese Santiago que muchos de nosotros caminamos y recorremos cada día. El Santiago de muchos de los que a esa hora llenaban el Caupolicán y que vieron cómo el trío se sumó a ellos, en la galería, para un hermoso set acústico con “Dios Es Solo Para Algunos”, “El Paño De Luis” y “De Espalda Al Cielo”, precedida de un fan tomándose el micrófono y contando que conoció a su chica en un show de Weichafe y que, tras años de relación, le pedía matrimonio. La gente es el cuarto miembro de la banda, y esta instantánea lo refleja de forma precisa.

La presencia de Denise y Carlos Corales de Aguaturbia para “El Rock Del Poncho” dio paso a “Ñuñork” con la presencia de Gonzalo Henríquez, sentado en un sillón al fondo, recitando tal como lo hizo en el disco homónimo de 2002. A estas alturas, no hay desgaste de energía ni de la banda ni del público, como se pudo palpar en temas que a estas alturas son clásicos como “Respiro La Luz Del Sol”, “Pan De La Tarde” y “Pena De Ti”, y más aún con el anticipo del propio respetable para cortes como “Silencio”, “Suicidio General” y “Pichanga”, con un pogo de aquellos y la primera pausa, tras 2 horas de entrega tanto sobre como bajo el escenario.

Weichafe tiene futuro, y lo demostraron de inmediato contando que se viene nuevo disco para el 2015 que está a punto de comenzar. Ahí tendrá su casa “Incendiando Infiernos”, nuevo tema que dio paso a la intro coreada como estadio de “No Es Malo” y a la canción que lo comenzó todo en 1998, “Tres Puntas”, para un último respiro antes del segundo bis, que comenzó con “Sin Dormir” y la vibra remeciendo los cimientos del Caupolicán.

“Esta es para que la cantemos todos”, anticipaba Pierattini antes de una de las más esperadas de la jornada, “Las Cosas Simples”, esta vez en clave 2014, con cuerdas incluidas.  “Ripio Y Soledad” y “Hazme Dormir” dieron el broche de oro a un concierto impecable de más de dos horas y media de reencuentros, vigencia, rocanrol y calle. Una verdad que vuelve a funcionar, como si nunca hubiese pasado el tiempo, y que nos anticipa cosas luminosas para el futuro de Weichafe. Una historia que se sigue escribiendo en la calle, con gente de verdad. Y un momento que nunca olvidaremos en el Teatro Caupolicán. Que vengan muchos más.

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