Cambiar la Constitución… parece un asunto ajeno, de elite, de esos temas que –dicen ciertos políticos- están “lejanos a la gente”. Pero el cambio de nuestra Constitución está demostrando ser el eje de muchas demandas que espera la ciudadanía… o que la indignan. Ayer, entrevistado en Palabras sacan Palabras, el abogado y profesor de derecho constitucional, José Ignacio Núñez, señaló que esta Carta Fundamental hace prácticamente inamovibles a los parlamentarios una vez electos. No contempla la figura de la “Revocación” que otras democracias se guardan para poder remover de su escaño a aquel diputado o senador que no está cumpliendo sus funciones. Tampoco a aquellos que, una vez electos, pudieran haber logrado su objetivo engañando a la ciudadanía o realizando prácticas ligadas a la corrupción o el cohecho.
Esta mañana, el senador por Magallanes, Carlos Bianchi, puso un nuevo ángulo en este debate. Con indignación señaló que “un senador puede ausentarse de su trabajo durante los ocho años y no pasa nada”, refiriéndose a la no asistencia de Ena von Baer a sus labores parlamentarias en medio del Caso Penta.
“Y te pagan la dieta, esto es impresentable”, señaló en entrevista a CNN Chile. Bianchi confesó que en el transcurso del mediodía llamó su secretario al Senado para averiguar si se había presentando alguna licencia médica por parte de la senadora Von Baer y que se les respondió: “no hay nada”.
Y tiene razón el senador magallánico. En cualquier trabajo, si faltas un par de días sin excusas o sin avisar, te echan. Pero acá, hay normas especiales, un mundo paralelo amparado por una Constitución que –como ves- es urgente cambiar…