Los investigadores del Instituto Tecnológico de Georgia, en Estados Unidos, trabajaron para determinar si escuchar música de fondo tiene algún efecto en la forma en que trabajan las personas. La conclusión es que los más jóvenes pueden escuchar música y concentrarse en recordar información, pero al envejecer, se convierte cada vez más en un distractor.
Se juntó a un grupo de voluntarios jóvenes y otro de adultos mayores, a quienes se les pidió realizar una serie de pruebas de memoria, primero en completo silencio y luego escuchando música.
Las pruebas eran de memoria asociativa, recordando caras y nombres. La música puesta de fondo variaba desde sonido ambiental de lluvia hasta Eric Clapton.
Las conclusiones arrojaron que a pesar de quejarse de que la música era más distractora que el silencio, los jóvenes no tuvieron mayores problemas para realizar las pruebas, sin grandes diferencias entre los resultados en los dos escenarios (con y sin música).
En el caso de los adultos mayores, a la hora de pasar a las pruebas con música, tuvieron un 10% menos de efectividad a la hora de recordar caras y nombres, respecto de cómo lo hacían sin música.
Hay antecedentes previos de que los adultos mayores tienen más problemas para inhibir las distracciones al hacer tareas, que este estudio publicado por The Gerontologist vino a reforzar con la música como variable.