Entrevista: Juan Carlos “Lobo” Araneda
Texto: Jorge I. Lagás
El 5 de mayo no será un día cualquiera del año para las huestes hardrockeras y heavymetaleras de este país. Para esa fecha está fijado el encuentro de dos leyendas en el Movistar Arena, Judas Priest y Motörhead compartiendo escenario de forma inédita en suelo nacional. Como la ocasión es importante, en Futuro tuvimos el honor de conversar con uno de los protagonistas de la cita, el mismísimo Ian “Lemmy” Kilmister, líder de Motörhead y figura icónica de todo el panorama del rock and roll.
Para Motörhead se trata de un regreso a un lugar que conquistaron de a poco, con una incómoda primera visita hace 20 años, hasta la más reciente, que terminó plasmada en el espectacular DVD “The wörld is ours – Vol I – Everywhere further than everyplace else” de 2011. Ahora llegan al escenario más grande que han enfrentado en territorio local, lo que a Lemmy lo tiene “muy complacido. Me gusta tocar en Sudamérica y el de Chile es un público fantástico, por eso grabamos un video de un concierto para un DVD. Es un gran público, muy divertido. Son muy locos, recuerdo especialmente lo locos que son (risas)”.
Pero tal como decíamos, no fue siempre así. En 1995, la locura se quedó en casa y fueron pocos los valientes que llegaron al Caupolicán para ver el debut en Chile de Lemmy y compañía. En una época dominada por el rock alternativo, no estaban las cosas para recibir a un representante del lado más tradicional del género: “Me acuerdo que no era el mejor momento, venían de un cambio de régimen (transición después de la dictadura), no había pasado mucho de eso, ¿cierto? Me acuerdo que no había mucha gente, el recinto se hacía grande, después ese mismo lugar lo llenamos. Bueno, muchas cosas han pasado desde entonces”, rememora el bajista y vocalista.
Tal cual, entre otras cosas han pasado nueve discos de estudio, el último de ellos, “Aftershock” de 2013, que aún es su más reciente carta de presentación: “Me pone muy contento que ‘Aftershock’ haya tenido una muy buena respuesta en Estados Unidos, para ser nuestro disco número 22, es muy bueno, ¿sabes? Se vendió muy bien. No sé cómo habrá vendido en Sudamérica, pero espero que bien también”.
Hay otro en camino. La banda ha estado informando en sus redes que se encuentran grabando una nueva producción, hay imágenes desde el estudio y ganas de dar un buen batatazo. Así lo anticipa Lemmy: “Sí, hemos estado en el estudio, tenemos cerca de 14 canciones. Cuándo lo sacaremos, no lo sé, creo que en agosto o por ahí. ¿Si tenemos un título? Todavía no lo hemos decidido. Estamos pensando aún”.
No es la única actividad que ha tenido en los últimos años. Junto a Slim Jim Phantom de The Stray Cats encabeza el proyecto rockabilly The Head Cat, que sacó su último disco en 2011 y que mantiene a Kilmister con la cabeza fresca: “Sí, eso lo hago entre los tiempos que me deja Motörhead, y con Motörhead siempre estamos trabajando, así que no tenemos mucha oportunidad de hacer shows o algo así. Hicimos unos shows en enero, pero entonces empezamos con Motörhead de nuevo, así que no se pudo más. Para la otra, cuando termine esta pasada con Motörhead, espero hacer más shows”.
También espera no tener que volver a pasar por los problemas de salud que enfrentó el año pasado, que lo tuvieron por las cuerdas y lo obligaron a parar la actividad por un rato. Quedó más delgado y con un aspecto que preocupó a algunos suspicaces, pero él afirma estar bien: “Estoy ok, en buena forma, mejorando. No fue fácil y siempre se puede estar mejor, pero me siento bien. Sigo vivo, sigo bien, no me pueden dar por acabado (risas)”.
Ya entrando en materia del show que darán el 5 de mayo en Santiago, promete que habrá cosas para sorprender: “Si te las cuento, no serán una sorpresa, ¿no? (risas) Tal vez toquemos algo del nuevo álbum… sí, quizás”.
¿Y qué opina Mr. Kilmister de sus compañeros de escenario esta vez, los legendarios Judas Priest? “Ah, Judas Priest, sí. Al principio no me gustaban, pero me acostumbré a ellos y me convenciaron, son una buena banda”, reconoce sobre el grupo del que alguna vez tocó “Breaking the law” para un tributo.
Por último, dejó hecha la invitación con una apocalíptica advertencia: “Vengan a vernos, vengan a ver a una de las bandas más viejas y ruidosas que hay. Nunca se sabe, quizá no haya otra oportunidad (risas)”.
Para lo que sí hay oportunidades concretas es para adquirir entradas al concierto, al menos las que van quedando. Están por el sistema Puntoticket, en www.puntoticket.com, tiendas Ripley y Cinemark, con valores entre $36.000 y $49.000, más cargo por servicio. Sin cargo en tienda The Knife (Eurocentro), sólo en efectivo.
