Steve Thompson, reputado productor e ingeniero de sonido que ha trabajado mezclando discos como “Appetite for destruction” de Guns n’ Roses o “Follow the leader” de Korn, entre otros, dio una entrevista al sitio Ultimate Guitar, donde develó detalles de las sesiones de mezcla para el controvertido álbum de 1988 de Metallica “…And justice for all”.
El disco en cuestión ha sido criticado históricamente por el sonido del bajo, mezquino y escaso a lo largo de las canciones. Incluso por momentos inaudible, a pesar de todo el empeño que puso el debutante Jason Newsted. Para Thompson, hay un responsable: Lars Ulrich, baterista y fundador del grupo.
“Lo que yo quería hacer y lo que Lars quería hacer eran cosas totalmente diferentes”, contó Thompson, agregando que el músico quería algo muy específico para su batería, así que le dijo a un compañero: «¿Por qué no trabajas con Lars para obtener el sonido que quiere? Llámame cuando esté contento”.
Llegó ese momento y “al escucharlo sonaba terrible. Saqué a todos del estudio y rediseñé el sonido de la batería y le subí las guitarras. Jason la rompió en el bajo, empalmaba perfecto con la guitarra de Hetfield”. Este último dio su aprobación, pero después llegó Ulrich y tras escuchar durante un minuto, dijo “apaga eso. ¿Qué le pasó al sonido de mi batería?”.
A regañadientes, Thompson tuvo que volver a subir el sonido de la batería. Según cuenta el ingeniero, entonces se dio el siguiente diálogo: Lars le preguntó “¿notas el bajo?”, le respondió “sí, gran trabajo, se lució”, pero Ulrich ordenó: “Quiero que lo bajes hasta que apenas pueda escucharse en la mezcla”.
“Estás bromeando, ¿verdad?”, dijo Thompson, pero Lars fue tajante: “No. Bájalo”. Una vez hecho, fue de nuevo al ataque: “Ahora bájalo otros 5 db”, sin que el ingeniero pudiera creerlo y buscando alguna explicación en la cara de Hetfield.
Esa misma noche, habló con los managers de la banda para manifestarles que no estaba dispuesto a trabajar así, que aunque amaba a la banda, no estaba de acuerdo en la dirección que le estaba dando Lars. “Quería tomar ‘Master of puppets’ y llevarlo a otro nivel, esa era mi dirección sónica para ‘…And justice for all’. Pero creo que ellos buscaban un sonido más garaje, sin bajo. Y el bajo era tremendo, era perfecto”, reflexionó.
Tiempo después, Metallica fue nominado a los Grammy y en la ceremonia les tocó sentarse juntos a Ulrich y Thompson. “Me preguntó: ‘Hey, ¿qué le pasó al bajo en ‘…Justice’?’ y la verdad es que le quise pegar ahí mismo. Porque era yo el que estaba recibiendo todas las culpas por la ausencia del bajo”.
El gran damnificado con todo esto, Jason Newsted, dio unas declaraciones al respecto en 2013, donde dijo: “Si hubiera sabido entonces todo lo que sé ahora, habría sido diferente. Pero se convirtió en un álbum clásico por lo que es. Capturamos un momento en el tiempo y de eso se trata (…) Solía molestarme por lo que pasó, pero fue hace mucho tiempo y los discos que hice después tienen una monstruosa presencia del bajo”.