Esta semana fue cancelada abruptamente la presencia de Black Sabbath en el Ozzfest Japón a fin de año, lo que había sido anunciado como el concierto final de despedida para siempre. No se dieron razones para la cancelación, lo que echó a correr los rumores rápidamente, atribuyéndolos a problemas de salud de Tony Iommi producto de la batalla contra el linfoma, un tipo de cáncer, que ha mantenido en los últimos años.
Además, la última vez que el grupo había cancelado un show fue en 2012, cuando tuvo que interrumpir el tour para volver a tratarse.
Pero esta vez fue diferente y su salud no es la razón para bajar el evento, según tuvo que salir a aclarar el propio Tony Iommi: “Gracias a todos por su preocupación por mi salud, muy amables. No estoy seguro de cómo comenzó el rumor de que yo estaba mal, la verdad es que estaba de vacaciones. Una vez que tienes algo como un linfoma, el miedo de que regrese nunca te abandona, todo lo que puedo decir ahora es que estoy bien y examinándome regularmente”.
La idea de una despedida en forma de tour, concierto y/o disco viene rondando a la banda hace un tiempo, según han manifestado sus propios protagonistas.