MALDITO ROCK AND ROLL

RESEÑA // La segunda noche… cuando Frank conoció a Zappa

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Recuerdos de la segunda noche de Zappa Plays Zappa en el Teatro Nescafé de las Artes.

Por Ernesto Bustos
Fotos: Pía Figueroa

La música no tiene fronteras, no precisa religiones, condición social ni ideologías.

La segunda noche de Dweezil Zappa en Santiago fue eso. Una clase de música sobre el escenario del Nescafé de las Artes, sin importar el origen la audiencia (aunque claro, muchos se repitieron el plato). Ojo, no me refiero a cada instrumentista por separado.

Acá eran seis músicos, todos increíbles músicos, que manejan a la perfección el amplio catálogo discográfico de Frank Zappa. Partiendo por Dweezil Zappa, el maestro de ceremonia, y sus cinco colaboradores.

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Esta segunda noche, a diferencia de la primera, fue un recorrido por lo más destacado en la discografía del gran Frank. Y no es poco. Sólo consideremos que desde 1966 a 2007, existen, al menos, 77 registros oficiales. La cifra puede variar, pero el hecho de confeccionar un repertorio con canciones que pueden ir desde 1970 a mediados de los ’80, ya representa un gran desafío que Dweezil y los suyos, que conocen los secretos de su negocio, interpretan ceñidos a las versiones originales y también con grandes momentos de improvisación.

Piezas de «Over – Nite Sensation» (1973) y «Apostrophe» (1974), dos discos favoritos del segundo de los cuatro herederos del clan Zappa, desfilaron ante el delirio y la devoción de los fanáticos. También hubo espacio para un par de piezas del homenajeado «One Size Fits All» (1975) y «Sheik Yerbouti» (1979), también obras de cabecera de Dweezil. Y algo de la etapa de The Mothers Of Invention, representados en «Hot Rats» (1969) y We’re init for the money» (1968).

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En fin, volvemos a lo mismo del comienzo. La música no tiene límites y sobre el escenario del Nescafé de las Artes Dweezil, Scheila González, Ben Thomas, Chris Norton, Kurt Morgan y Ryan Brown, lo dieron todo e incluso una vez terminado el show permanecieron sobre el escenario firmando vinilos, cd’s, chapitas, fotos, poleras, posters y todo cuanto hay de souvenirs. Nadie podrá decir que regresó a su casa con gusto a poco.

«Zappa Plays Zappa» es un perfecto consuelo para los fanáticos del gran Frank. Y que se entienda bien, porque es obvio que por motivos entendibles este espectáculo habría sido imposible disfrutarlo en tiempos pretéritos cuando Terry Bozzio, Eddie Jobson, Patrick O’Hearn o el mismo Chester Thompson -en tiempos de las Madres de la Invención- hacían de las suyas con «El Jefe». Otros tiempos, dirán. Claro, otros tiempos de una época que Dweezil y su banda recrean sin complejos de ningún tipo, porque hay que ponerse en los zapatos del gran Frank.


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