MALDITO ROCK AND ROLL

¡Gary es Rock!

Chile vs Mexico
Gary está más cerca del rock de lo que creen, cosa que ni él sabe porque sólo un tipo como él le da una lección de humildad al capitán de la selección de todos.

Fue otra vez Gary Medel, el niño de la población, el que vivía en riesgo social, el irascible e incontrolable, el que no tenía más destino que ser un proyecto de futbolista, fue él nuevamente el que nos mostró lo mejor del fútbol. Si en Brasil fue la entereza de jugar lesionado y terminar llorando una derrota que no vendió barata, hoy es nuevamente ese joven de Conchalí el que nos muestra lo mejor del fútbol: el respeto al público. Una vez terminado el partido ante los mexicanos (empate a tres goles) y sin que nadie se lo pidiera se paró al medio de la cancha y a punta de gritos llamó a sus compañeros a que se devolvieran a la mitad de la cancha para despedirse del respetable, entre sus compañeros también se incluye al capitán de la selección Claudio Bravo.

Cito al arquero del Barcelona porque fue el quien en medio del partido y en un acto de irracionalidad y descontrol, comenzó a pedir apoyo a los parciales, con garabatos y gestos propios de una avícola (a todas luces estaba preocupado de ello en dos de los tres goles que recibió). Debo reconocer que en ese momento quedé petrificado al ver que el arquero del Barcelona, multicampeón de un súper equipo, capitán de la selección y con el partido en contra, deslindaba responsabilidad hacia la gente que asistió a un partido que posiblemente terminará de pagar el 2016 y al que asistió con la sola ilusión de ver ganar al llamado equipo de todos. No entender esto último es estar desconectado con la realidad.

Ante esta discusión sería bueno ponerse de acuerdo si queremos o no que regrese la familia al fútbol, porque al menos, entre torneo y torneo de la competencia nacional el discurso es ese: “queremos a la familia de vuelta”, “que lo vándalos se vayan”, “que regresen los niños y mujeres”; pues bien, el público que va a ver a la selección chilena es precisamente ese, es la familia, son los niños, son las mujeres, que efectivamente no cantan, no conocen los rituales futboleros que los han alejado del estadio y que no conectan con esas prehistóricas costumbres de hacer lo que hace el de al lado.

Hoy en la prensa una vez más se resalta “la falta de apoyo”, mala cosa esto de echarle la culpa al empedrado por parte de un grupo de jugadores que se ha autodenominado como los “mejores de la historia. Me parece que lo que se necesita son más Garys, al parecer el único de Chile que entiende que en estos tiempos ir al estadio a ver a la selección es un duro emprendimiento financiero para aquellos que verdaderamente pagan por sus tickets. Aunque no lo crean, Gary está más cerca del rock de lo que creen, cosa que ni él sabe porque sólo un tipo como él le da una lección de humildad al capitán de la selección de todos.


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