Hay cosas que cuesta entender… O, mejor dicho, se entienden pero dejan un extraño sabor en el paladar. Y lo que no se entiende es por qué bajo la presidencia de Ricardo Lagos se decidió quitar las penas de cárcel al delito de colusión. Claro, porque la ley chilena contempló penas privativas de libertad para la colusión hasta el año 2003. Entonces, bajo el mandato de Lagos, entró en vigencia la ley que creó el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia. En dicho cuerpo legal, se eliminó la cárcel para el delito de colusión, siendo reemplazada por otra que aumentó multas y estableció la responsabilidad civil solidaria de los directores, gerentes o administradores de las empresas que ejecutaban dichos atentados. Además, surgió la figura de la delación compensada.
En este gobierno, la Presidenta Bachelet presentó un proyecto que repone las penas de cárcel para la colusión hasta los 10 años, señalando que es, “inaceptable que un grupo de personas se ponga de acuerdo para perjudicar a los demás».
Pero Lagos pensaba otra cosa y, gracias a ello, el Cuarto Tribunal Oral en lo Penal en un fallo dividido, decidió absolver hoy a los diez involucrados en el llamado caso Farmacias. Según la jueza presidenta del tribunal, María Inés Collin, la colusión no existe en el tipo penal y la Fiscalía no logró probar la adulteración fraudulenta de precios, que era el único camino legal que les quedaba. O sea, el resumen de todo este escándalo que afectó a miles de ciudadanos es que aquí no ha pasado nada…