Editorial de Freddy Stock, miércoles 10 de junio.
Al caso Corpesca se le enredan los anzuelos… Esta mañana, la Fiscalía Oriente resolvió aceptar una de las solicitudes de los defensores del senador Jaime Orpis y marginó de la investigación de la causa al fiscal de Alta Complejidad, Carlos Gajardo. Entonces, las suspicacias salieron a la superficie en medio de un oleaje político que hace tiempo está muy picado.
Quien tomó la decisión de sacar a Gajardo fue el fiscal jefe de la zona oriente, Alberto Ayala. Entre ambos existen viejas rencillas. En la UDI, el partido del senador Orpis, han hecho hincapié en las filtraciones que han tenido los escándalos en que están envueltos atribuyéndoselas a Carlos Gajardo. Y al marginarlo, el fiscal Alberto Ayala parece haber hecho oídos a esas delicadas acusaciones declarando que, “ todas las investigaciones deben tener un debido proceso y cuando yo veo permanentemente que elementos de una investigación están en los diarios y medios yo como fiscal regional tengo que tomar las medidas del caso».
Pero, en seguida, Ayala dice que no tiene cómo imputar nada a nadie, “sería una infamia de mi parte hacerlo, pero tengo que tomar las medidas”. Curioso silogismo. Pero en medio de esto, de una nueva renuncia de Gajardo que finalmente no se materializa, queda la duda de la independencia del propio fiscal Alberto Ayala para tomar las riendas de Corpesca. Claro, porque Ayala , recuerda El Mostrador, trabajó por más de diez años como asesor de SQM, empresa a la que una de las asesoras de Orpis, investigada en este caso, también emitió boletas… Como ves, las aguas del caso Corpesca están revueltas, el oleaje es de peligro y nadie sabe hasta dónde se sumergirán las pesquisas para dar con la justicia en un caso de implicancias políticas tan profundas…