Triste, solitario y final… cuarenta y dos años cumple la primera y, para muchos, más grande novela de Osvaldo Soriano, un libro de humor exquisito porque refleja sin que pareciera oscuro uno de los temores más irrenunciables del hombre: su decadencia camino a la muerte. En “Triste, solitario y final” un detective ya fracasado y en el olvido es contratado por Stan Laurel, el legendario flaco de dúo cómico “Laurel y Hardy”. Stan también quiere respuestas al olvido y al desprecio a que lo condenó Hollywood en sus últimos años de vida.
La vejez, el olvido, la decadencia y la pobreza. Algo que, publica hoy la BBC Mundo, sufre otro flaco que nos hizo reír con su talento: el recordado Profesor Jirafales. A los 81 años, el actor Rubén Aguirre está enfermo y sin dinero para pagar la atención médica que necesita.
Dice el medio que la deuda del Profesor del Chavo del 8 sigue creciendo y que ya ni siquiera lo reciben en los hospitales. Su crisis financiera se agudizó tras un accidente automovilístico sufrido en 2007 que le dejó todo tipo de secuelas físicas que le impidieron volver a su ritmo de trabajo. Claro, desde entonces, el Profesor Jirafales permanece en silla de ruedas y padece diabetes.
Es el Triste, Solitario y Final de muchos. El término de un camino que está lejos de las risas que se sacaron o de los aplausos que se recibieron…