Vaya declaración más aclaratoria… En medio de las polémicas sobre la contaminación que sacude a la capital y a varias regiones del país, en medio de los cuestionamientos ya atávicos de que las medidas que se toman no son las correctas o las necesarias… En medio de si realmente estamos dispuestos a tomar como Estado una política de descontaminación adecuada a una sequía que llegó para quedarse, vinieron estas declaraciones del ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Andrés Gómez-Lobo a radio Futuro…
En Palaba que es noticia, Gómez-Lobo señaló –con franqueza inusitada- que no está dentro de la agenda del Gobierno permitir transformar los autos de gasolina a gas, una idea necesaria para combatir la contaminación que nos agobia. ¿La razón? Porque, dice el ministro, “Es un problema de recaudación tributaria. Es un problema fiscal, porque disminuyen los recursos fiscales”.
Ahí están las razones de fondo de gran parte del problema que tenemos: la necesidad de recaudar impuestos, vía venta de hidrocarburos, versus la solución de tener automóviles que funcionen con gas. Aquí estaría, entonces, la causa de por qué el Estado chileno no apoya el ingreso de autos híbridos, como lo hacen naciones europeas, sino que –al contrario- se les cobra un impuesto adicional al lujo.
Así, estamos liquidados. Sin duda que los impuestos son necesarios para poner en marcha varias políticas públicas. Pero es escalofriante que se haga contra la salud del propio pueblo que, supuestamente, se quiere ayudar…