Duró menos que un candy… Es bueno ese dicho, durar menos que un Candy, ese dulce blando que desaparecía a las tres mascadas dejando un rico pero efímero sabor dulce en la boca. Menos que un Candy, entonces, duraría el voto voluntario de aprobarse el proyecto de un grupo transversal de senadores que busca derogar la reforma Constitucional que rige desde marzo de 2009. El cambio que se le quiere hacer al artículo 15 de la Constitución es cambiar la palabra “voluntario” por “obligatorio” refiriéndose al acto de votar con lo que se daría muerte, de paso, a la inscripción automática.
La moción está encabezada por el senador de RN, Francisco Chahuán (RN) y contó con la firma de un ramillete colorido de la Cámara Alta que incluye a Felipe Harboe del PPD, Juan Antonio Coloma (UDI) Alfonso de Urresti (PS) y Jorge Pizarro (DC).
Se suponía que cuando se modificó la Constitución para llegar al voto voluntario era para darle mayor libertad ciudadana al que quisiera o no acudir a la urna. Pero ahora, para estos senadores, el ángulo ha cambiado y así, con la obligación de votar, se saldría de la crisis que vive hoy la política. Para el senador Chahuán, por ejemplo, «Hoy estamos viviendo un momento crítico y difícil de confianza ciudadana, hay un problema debido a la falta de credibilidad de las instituciones- dijo. Y ciertamente se requiere que esas instituciones estén legitimadas por el voto ciudadano y la voluntad popular”.
¿Pero será este el camino de retomar confianzas? ¿Obligando a votar? ¿O será mejor seducir al electorado con ejemplos claros, desde el propio senado, como el de castigar ejemplarmente a aquellos que no están a la altura de la dignidad de sus cargos?…