La actualidad chilena es dura. El clima se siente cada vez más denso. Los escándalos políticos, religiosos y educacionales (por mencionar algunos) no han hecho más que generar la pérdida de confianza por parte de las personas hacia las instituciones y los sistemas establecidos. Sin embargo, mientras más grande sea el descontento social, los riff sonarán más fuertes; mientras más oscuro sea el panorama, más ira habrá en la lírica, o al menos eso plantea Nuclear con su último disco Formula of Anarchy (Candlelight, 2015). Un trabajo intenso, preciso y certero, tanto en su mensaje como en su estructura musical, tal como debe ser un buen material de thrash metal en los convulsionados tiempos actuales.
El nuevo álbum de los oriundos de Arica está compuesto por los temas más potentes que la banda haya tocado en sus casi 10 años de vida. Así como Sebastián Puente, Francisco Haussmann, Roberto Barría y Punto Sudy aumentaron la velocidad de sus instrumentos, Matías Leonicio calibró más sus letras para ser disparadas con más énfasis en una línea al más puro estilo del mejor Testament y Slayer, mezclada con la actitud punk de The Exploited y Discharge.
Basta con escuchar los primeros cinco minutos del álbum para confirmar la fuerza de Formula of Anarchy. “Offender” y “Confront”, los dos primeros tracks, son enérgicos, tal como un puñetazo en pleno rostro a 1500 km/h acompañado de viscerales solos de guitarra, cosa que se repite en “Self-Righteous Hypocrites” y la genial “Waging War”. Algo parecido ocurre con “Scam 38” y “Killing Spree”, canciones bien trabajadas, llenas de matices y cambios de ritmo que no dejan de lado el frenético tuca-tuca.
En el aspecto más ideológico “Corporate Corruption”, una especie de reescritura de “Damage, Inc” de Metallica, va en picada contra las colusiones y fraudes tributarios del último tiempo (“Caso Farmacias”, por ejemplo). “When Four Means None” es una lectura de los delitos sexuales religiosos contra los menores de edad (llámese John O’Reilly). Así mismo “Left for Dead”, quizás el tema con más sentimiento del disco, habla del genocidio al pueblo Selknam ocurrido en la Patagonia. Un hecho que marcó profundamente a Nuclear en uno de sus viajes al fin del mundo y que se refleja en dicha canción.
Por su duración de 28 minutos, es posible que en un principio el disco deje al oyente con ganas de querer escuchar más, cierto “gusto a poco”, pero con eso el álbum perdería su esencia. Formula of Anarchy es víscera y crítica social en poder de síntesis. Lejos de usar una hora para cantar cosas buena onda, Nuclear usa menos de la mitad para gritar la realidad respecto al presente nacional. Si los tiempos actuales son duros, que la música lo sea aún más.