Por Rainiero Guerrero
Diego Armando Maradona cumplió 55 años. Nació un 30 de octubre de 1960, bajo el signo de la divinidad a quien le fue encargada la misión de conducir a su fútbol a lo más alto del orbe, lugar al que pudo llevar y al que nunca más ha podido regresar, después de Maradona.
¿Su zurda? Única y definitivamente irrepetible, porque la de Messi es otra, se parece a algo o alguien, la de Diego es dueña de las fantasías más entrañables que se vieron en una cancha de fútbol, esas que hasta los propios rivales terminaba sufriendo, admirando y aplaudiendo.
¿Su personalidad? La de un hijo de la injustica que emergió de la misma para ser dueño del mundo. En ese recorrido cometió errores porque fue un viaje sin escalas y del que no muchos están preparados. Maradona fue el rebelde que enfrentó al poder a sabiendas que le caerían con todo porque una de los defectos que tienen los valientes es ir con todo sin cuidar la vuelta, y Maradona recibió esa vuelta con toda la fuerza. Maradona no midió consecuencias, dentro ni fuera de la cancha, y eso es bastante rockero. Fue siempre adelante y hasta el día de hoy es dueño de sus actos y esclavo de sus palabras.
No hay espacio para comparaciones con otros, para esta generación es el mejor de todos, el antihéroe de la Sudamérica de los 80, golpeada y olvidada por las potencias y en donde la única forma de destacarnos era dentro de una cancha de fútbol o sobre un bólido recorriendo las calles europeas como Ayrton Senna. Porque esa fue nuestra única carta de presentación en el barrio y porque es sencillamente el mejor… en ti creemos. Feliz cumpleaños D10S.