PUNTERO FANTASMA

Lota Schwager casi se parte por la mitad

1969_Lota Schwager 1

Lota Schwager es una rareza. ¿Por qué? Simple: pocos equipos en el planeta representan a dos ciudades a la vez. Algunos podrán decir que los 9 kilómetros que separan a Lota de Coronel no son muchos, pero objetivamente se trata de dos localidades distintas, cada una capital de su propia comuna.

El Club de Deportes Lota Schwager fue concebido en 1966 tras la fusión forzosa de los dos archirrivales de la zona del carbón: Federico Schwager de Coronel y Minas Lota. Y no fue un parto fácil. En sus estatutos, se acordó una extraña alternancia de poder: cada enero, la presidencia de la entidad era asumida por el representante de uno de los clubes fundadores, en una rotativa donde las dos dirigencias nunca se mezclaban en la testera. Muchos sentían entonces que hubiera sido mejor que cada uno siguiera por su lado. Sin embargo, la tentación de llegar al profesionalismo fue más fuerte.

Lo que pocos saben es que esta alianza estuvo a punto de romperse. Y eso pasó justamente tras uno de los momentos de mayor gloria de la siempre aporreada institución.

En 1969, tras varios años cumpliendo campañas bastante dignas en Segunda, el equipo de la lamparita logró el ansiado ascenso al superar en la recta final a Ñublense y San Luis. “La zona del carbón está de fiesta. Una vieja aspiración se ve colmada ahora después de cuatro años de forcejeos. De ahí el interés de la ciudadanía por brindarle su afecto. En vehículos del Cuerpo de Bomberos, los jugadores fueron paseados en la tarde del domingo por las calles de Coronel y Lota en un clima de verdadero carnaval”, dijo la prensa tras la victoria por 2 a 0 ante Municipal de Santiago, partido jugado ante una multitud de 12.410 espectadores reunida en Coronel.

El DT del campeón era Isaac Carrasco. A fines de diciembre, tras lograr el título, el “Marinero” exigió un aumento de sueldo. La dirigencia de Lota Schwager -encabezada por Guillermo Álvarez, de la facción “lotina”- se negó de plano y el técnico se mandó a cambiar a Palestino junto a su staff. Mario Montoya -líder de la facción “coronelina” y quien asumiría la presidencia en enero del ‘70- fustigó la decisión y le declaró la guerra al otro bando.

Así lo relató Estadio: “Se rompe la armonía. Lota-Schwager había dado ejemplo de seriedad organizativa e institucional, pero la obtención del título despertó la avidez de algunos y tiene en este instante al club separado en dos bandos. Cada año se elige la directiva y se alterna entre representantes de Lota y Schwager: si la unión entre ambas ciudades deportivamente no ha tenido dificultades, es porque se ha respetado el sistema. Mario Montoya y Guillermo Álvarez formaron un binomio que permitió al cuadro de Coronel llegar a la división privilegiada; sin embargo, viejos rencores a intereses mezquinos siguen barrenando al club y están a punto de conseguir la división. La embriaguez del triunfo no apaga la ambición; la enciende más”.

Al cabo, la sangre no llegó al río. Romper la fusión era factible -había sucedido con Ferrobádminton– pero no le convenía a nadie. Lota no tenía un estadio apto para jugar en Primera; la comunidad de Coronel se espantó ante la posibilidad de perder en secretaría el ascenso logrado en cancha. Tras varias semanas de amenazas, la dirigencia carbonífera se abuenó e incluso logró ponerse de acuerdo para contratar a Luis Álamos como DT. Y así Lota Schwager, contra todo pronóstico, se afianzaría durante una década en  la élite de nuestro fútbol.

Fotos: revista Estadio.

1969_Lota Schwager 2


Contenido patrocinado

Compartir