Se vienen los Stones… El próximo 3 de febrero de 2016, después de exactos 21 años, la banda viva más importante del planeta toca por segunda vez en Chile. The Rolling Stones nuevamente, los mismos, intactos, con sus éxitos, su leyenda y su actitud. Nos encontraremos con viejos conocidos pero ellos no. En frente, en un Estadio Nacional que esta vez sí estará repleto, seguro que así será, verán a una concurrencia distinta, una que es propia de una Nación que ha sabido ir madurando en dos décadas.
Porque, ¿somos realmente los mismos que hace 20 años no pudimos llenar el Nacional con los Stones? Yo diría que no, estábamos aún aturdidos y confortables en una transición que parecía ajena, hecha por otros, una democracia con cara amable pero con ríos subterráneos que –ahora sabemos- arrastraban varias piedras. Poco antes del debut de los Stones en Chile, Iron Maiden estaba siendo tildado de satánicos por autoridades de la Iglesia y del propio gobierno lo que, a la postre, significó su absurda censura en el país.
No llenamos el Nacional ese febrero de 1995. Nos faltaba rock, carecíamos de actitud para enfrentar la historia de sus majestades satánicas. Quizás ahora, con el empuje de los tiempos, con el empoderamiento ciudadano, con la rabia que nos hace pelear contra colusiones y con una clase política que supo acomodarse a todo, entendamos que hay algo distinto. Que podemos pedir por un refugio donde pasar la angustia pero, además, que sabemos sonreírle con simpatía al mismo demonio cuando se hace necesario…