Finalmente, quedarán en libertad… Sí, así concluye el Caso La Polar, símbolo de la corrupción del sistema financiero chileno, el que abrió la puerta a un mundo que se movía oculto, uno que terminó demostrando que donde se creía que el sistema funcionaba, en verdad, escondía una realidad más bien oscura, de acciones éticas a la baja. El Caso La Polar concluye determinando que no irán a la cárcel los principales cabecillas del delito, y primeros condenados en la historia por lavado de dinero derivados de la Ley de Mercados de Valores.
Así, los ex ejecutivos Pablo Alcalde, Julián Moreno y María Isabel Farah tendrán cinco años de libertad vigilada. Justo hoy, que asume el destacado magistrado Hugo Dolmestch como nuevo presidente de la Corte Suprema, cabe la reflexión sobre la real ceguera de la mujer que maneja la espada de la justicia chilena. Estos casos como el de La Polar, el del hijo de Carlos Larraín u otros ligados al poder del dinero y la política, provocan una inquietud evidente. ¿Se estarán midiendo a todos los delincuentes con la misma vara? 0, para usar una palabra tan de moda, pareciera que el sistema está discriminando a quien manda a la cárcel de acuerdo al tamaño del nudo de la corbata o a la calidad de las telas de los trajes que se llevan a los tribunales…