Tras la muerte de Lemmy Kilmister, el baterista de Motórhead, Mikkey Dee, declaró el estado evidente de la banda: sin Lemmy, no hay Motörhead.
«Por supuesto que Motörhead se terminó. Lemmy era Motörhead. No haremos más giras ni nada. Y no habrá más discos. Pero la marca sobrevive, y Lemmy vive en los corazones de todos nosotros», aseguró Dee al Expressen de Suecia, horas después del fallecimiento del bajista.
Dee, quien reemplazó al también fallecido Phil «Philthy Animal» Taylor en 1992, también reveló que Kilmister había logrado sobreponerse a los problemas de salud de la reciente gira por Europa: «Estaba muy flaco, gastaba toda su energía sobre el escenario y al bajar estaba muy, muy cansado. Es increíble que haya podido incluso tocar y terminar esa gira. Fue solo hace 20 días».
El baterista le dedicó unas palabras de homenaje a su fallecido compañero: «Se siente fantástico haber podido terminar la gira con él. Fue bueno no haber cancelado debido precisamente a la actitud de Lemmy. Estoy increíblemente agradecido de los años que tuvimos juntos, lo pasamos muy bien».