Editorial de Freddy Stock, martes 15 de diciembre.
La soledad del poder… es un viejo adagio, uno que demuestra que los grandes líderes, aquellos que detentan un control político o económico sobre el resto, viven rodeados de soledad, de gente que los adula por temor o por interés. El poder te hace desconfiar de las reales intenciones y ahora, según publica la BBC, el poder también hace envejecer “aceleradamente”.
Así lo determinó un grupo de científicos de la Universidad de Harvard, la Universidad de Massachusetts y la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER) en un estudio publicado en una edición especial de Navidad de la revista científica British Medical Journal (BMJ).
El estudio se centró en la realidad de 540 políticos que lucharon por ser Presidentes de sus países: 279 que fueron electos y otros 261 que no lo lograron. Y el resultado fue sorprendente, llegando a la conclusión de que ser Primer Mandatario de una Nación se vincula con una mortalidad acelerada, en la cual influye la responsabilidad política y el estrés del cargo.
«Ser elegido jefe de gobierno está asociado con un aumento sustancial en el riesgo de la mortalidad», aseguran los científicos de estas prestigiosas casas de estudio. Y, ese envejecimiento es, como dijimos, en medio de la soledad propia del poder…