Por Jorge I. Lagás
Este domingo 13 de diciembre en Santiago hay un encuentro en vivo con parte importante de la historia del metal: el grupo Venom Inc, que junta a miembros clásicos de Venom en una nueva encarnación. Concretamente, a los integrantes originales Mantas (guitarra) y Abaddon (batería), junto a Tony “Demolition Man” Dolan (bajo y voz), quien estuvo en la banda entre fines de los 80 y comienzos de los 90. Desde hace un tiempo unieron fuerzas para revivir los clásicos del grupo que definió el origen del metal extremo y maligno, y ahora llegan a Chile para poner en escena todo ese infierno.
La cita es en el Club Kmasú Premiere, donde además se presentarán los estadounidenses Master y los chilenos Ejecutor, Communion, Flesh Hunter and the Anal Assaulters, Vomit of Doom e Invincible Force. En la previa pudimos hablar con Tony Dolan, el hombre que marcó una etapa especial para la banda y que ahora está al frente de esta entidad.
Tony, habíamos tenido a los Venom con Cronos, pero nos faltaba esta otra parte de su historia. Primero cuéntanos cómo se originó esto de Venom Inc y que se juntaran estos personajes a tocar los clásicos de la banda.
Todo partió cuando el promotor del festival Keep It True, de Alemania, me vio tocando en un show en Inglaterra con mi otra banda, Atomkraft, en el que subimos a Mantas al escenario a tocar algunos temas. Él vio además a Abaddon entre el público. Así que me contactó después del show, dijo que le encantó, me ofreció ir a tocar al Keep It True con Mantas y además dijo lo de Abaddon, así que la propuesta fue “por qué no se suben con Abaddon a tocar un set de canciones clásicas de Venom”.
Imagino tu respuesta.
Le dije que ok, Venom siempre ha sido difícil de juntarse, así que si hay una posibilidad, hay que aprovecharla. Hablé con Mantas y Abaddon, la idea era hacerlo una sola vez, sólo por diversión y sólo por los fans, porque sabíamos que iría mucha gente.
¿Y qué pasó?
Lo que pasó fue que tocamos y la gente se volvió realmente loca. Cuando hicimos ‘Countess Bathory’ no podía escucharme a mí mismo cantando, de tan fuerte que cantaba la gente. Con suerte podía escuchar la guitarra, era… ¡mierda! Una locura. Al día siguiente, teníamos ofertas para tocar como Venom Inc por Asia, Europa y Norteamérica.
Ahí se desató todo esto. ¿Por qué crees que pasó, de donde vino este enganche tan fuerte con la gente por recordar clásicos de Venom de esta manera?
Sucede que cuando escuchas una pieza musical por primera vez, te marca profundamente. Puede ser una canción de Judas Priest, Deep Purple o Venom, pero la primera vez que lo escuchas te cambia la vida. Sientes que te habla directamente, que se abre una puerta. Y es muy difícil recuperar eso 20 años después, o 30 años después. Pero te puede pasar cada vez que escuchas esa canción que te voló la cabeza, de volver a sentirte como esa primera vez.
¿Ese es el tipo de conexión al que apuestan por lograr en el escenario?
Mira, muchos pueden llevar a escena el modelo de Venom, pero lo que hace falta es eso que te digo de sentir como la primera vez que lo escuchaste. Puede ser que lo hayas escuchado con ‘Prime evil’, con ‘Black metal’, con ‘Possessed’, con ‘At war with Satan’, con ‘Calm before the storm’ o ‘Resurrection’. Cualquiera. Lo importante es cómo te sentiste la primera vez que lo escuchaste. Apostamos a recapturar eso.
¿Cuál dirías que es la esencia de Venom, que estaría presente en Venom Inc?
Nosotros tratamos de abarcar lo bueno y desechar lo malo de lo que ha sido la banda. Venom siempre ha girado en torno a los fans. Se trata de que nada te importe un carajo, de no comprometerse, de venerar lo horrible, de divertirse, de lo emocionante, y de nunca conformarse con nada ni nadie.
Venom partió siendo lo más extremo del mundo, pero el metal se ha ido desarrollando y ya muchos los pasaron hace rato en cuanto a ser monstruosos y extremos. ¿Cómo se entiende ese carácter de Venom hoy, cuando ya está lleno de grupos black metal, death metal y thrash metal más radicales?
Con el paso de los años, las cosas van perdiendo su impacto, es cierto. En este caso, claro, tenemos todo el black metal, el death metal, el hardcore, el extreme core, todos los extremos. Pero hay que mirar las cosas en contexto, en su momento (fines de los 70, principios de los 80) lo más extremo que podías encontrar era Motörhead. Ahí estaba la suciedad, el ruido, el volumen. Y Venom lo llevó un paso más allá y completó la ecuación metiéndole todo el rollo satánico. Resultó algo aún más salvaje. Se tomó el sentido de la puesta en escena de Kiss, lo estruendoso de Motörhead, la velocidad que nadie se había atrevido a cruzar y salió algo totalmente fuera de control. Probablemente ahora hay grupos que suenan más extremos, pero son muchos iguales entre sí. Son pocos pueden decir que dejaron dada vuelta toda la escena con un cambio tan potente y original.
Por ahí va entonces lo que decías de retrotraernos a esa primera vez que escuchamos Venom.
La esencia está en la atmósfera que se crea. Eso es lo que queremos hacer y lo que buscamos a la hora de armar el set. No tan sólo el “poder” de las canciones de Venom, sino el verdadero sentimiento sin compromiso de lo que es esta banda. No es el típico show en que dices “oh, sí, voy a ver este show con las canciones con las que crecí”, sino que queremos hacerlos sentir como la primera vez que escucharon a Venom. Que se sientan como si tuvieran 16 años.
Ya que mencionas la edad, es una de las gracias de los grupos clásicos, cómo cruzan edades, ¿cómo lo ves en el caso de Venom Inc?
A mí me importa una mierda la edad que tenga la gente. Si tienen 20, si tienen 40, o 50, los hacemos sentir como si tuvieran 16. Mientras griten, azoten la cabeza, y salgan diciendo “guau, que lo pasé bien”. De eso se trata la música, pasar un buen momento y conectarse como audiencia. Pasa también con los idiomas. Podemos tocar ‘Countess Bathory’ en Japón, China, Corea del Sur, Alemania, Italia, Francia, Dinamarca, Canadá o Sudamérica, y da lo mismo si no hablan inglés, todos cantan ‘Countess Bathory’. Eso es lo bueno.
¿Cómo lo hacen para armar el repertorio, con una carrera tan larga que abarcar?
En los primeros días, queríamos incluir casi todo el catálogo, cosas de muchos discos. Pero después decidimos que hasta que hagamos un nuevo álbum, que debería ser a mediados del próximo año, cuando terminemos de girar, lo que haríamos sería darle la oportunidad al público de experimentar la entidad que era Venom. Y para eso la idea es llevarlos a los primeros álbumes, ‘Black metal’ y ‘Welcome to hell’.
Esa es la base del show, entonces.
Tenemos que tocar dos horas y no cabe todo. Sólo ‘At war with Satan’ dura 20 minutos y ocupa harto (risas). Lo que hacemos es tomar esas canciones que pueden generar más respuesta de la gente, que pueden cantar, con las que pueden participar. Esas canciones son las de los primeros álbumes. Además hacemos algo de ‘Prime evil’, porque es el disco en que estuvimos yo, Mantas y Abaddon. Pero básicamente nos vamos a ese material primigenio y clásico.
Decías que lo más importante en Venom es funcionar en base a los fans. ¿Cómo es la relación que tienen con ellos?
Nos gusta conocerlos. Sacarnos fotos y todas cosas que se hacen. No sé si los promotores del show en Chile están haciendo meet and greet o algo así, pero mi mentalidad es que si tú estás en el recinto y yo también, y quieres sacarte una foto con nosotros, todo bien. O si quieren que firmemos un disco, también. Mantas y Abaddon piensan de la misma manera. Hay artistas que cobran por ese tipo de cosas. Nosotros no hacemos eso, somos personas genuinas y nos gusta tomarnos unas cervezas con nuestra gente y celebrar esta música.
¿Cuál es tu disco favorito de Venom?
Uf… a ver… sé que Mantas tiene como discos favoritos a ‘Welcome to hell’, ‘Black metal’, ‘Prime evil’ y ‘Resurrection’. Y sé que Abaddon tiene como favorito a ‘Prime evil’, porque siente que ahí progresó en su manera de tocar. Y en cuanto a mí, debo decir que como fan, mi favorito es ‘Welcome to hell’.
¿Por alguna razón en particular?
¿Recuerdas todo eso que te decia de la primera vez que escuchas algo? La primera vez que escuché el demo de ‘Angel dust’, me pareció maravillosamente horrible y me encantó. Y el single ‘In league with Satan’ con ‘Live like an angel (die like a devil)’ me dejó dado vuelta, era impresionante. Pero cuando salió el disco… yo vivía en la misma calle que la polola que tenía Mantas en ese entonces. Y el hermano de ella era guitarrista, se juntaba conmigo y un día trajo el disco recién salido, llegó corriendo y diciendo “¡tienes que escuchar esto!”. Lo pusimos y a la primera canción ‘Sons of Satan’, fue como la primera vez que escuché a Motörhead. Fue eso de decir “qué mierda está pasando, qué es esto”. Lo mismo me pasó con la segunda canción y las que vinieron después, me destruyeron por completo. Por eso es mi disco favorito, nada superará esa primera impresión.
Aparte de músico, eres actor. Has participado en películas como ‘Judge Dredd’ con Sylvester Stallone y ‘Capitán de mar y guerra’ con Russell Crowe, entre otras. ¿Actuar te entusiasma tanto como tocar metal?
(Risas) Es muy diferente. Hace tiempo que no actúo, pero puedo decir que cuando actúas en teatro ante un público hay alguna similitud. Cuando es una película, eso sí, no es lo mismo porque no tienes interacción de nadie al frente. Después habrá gente viendo la película, pero no es una respuesta que tengas al momento de estar haciendo tu trabajo. En eso es muy distinto a lo de la música, cuando tocas es ante un público y la respuesta de ellos es fundamental. Me encanta actuar, pero son cosas bastante diferentes.
El concierto de Venom y Master abrirá sus puertas a las 16 horas y tiene entradas a la venta en Tienda Templo (Av. Providencia #2528, local 57) y tienda Insalubrious (calle Placer #932, local 47). También habrá venta en boletería del recinto el día del evento. Revisa los horarios a continuación:
