La pesca de arrastre… Los que saben de este oficio noble del mar, los que arriesgan la vida a diario en sus botes por un puñado de pescados frescos que representan el sustento de familias enteras, odian este concepto. Lo ligan a la depredación de los grandes pescadores industriales que hunden sus redes en las profundidades y arrastran de todo en la faena, todo tipo de peces, chicos, grandes, peces gordos y otros esmirriados.
La pesca de arrastre no distingue colores ni procedencias. No hace distinción de clases ni conceptos. Si estuviéramos hablando de política, podríamos metaforizar con que una pesca de arrastre podría capturar en una buena faena industrial a varios desprevenidos, desde la derecha tradicional a los izquierdosos que siempre les gusta mostrarse esquivos a los anzuelos… Pero, claro, eso sería estirar mucho la lírica… Son cosas de los mares revueltos, de las profundidades que poco se conocen, de algunos pescados que hace rato están oliendo mal…