Recordamos lo vivido en la octava edición del ya legendario festival, los días 08, 09 y 10 de enero.
Por el Dr. Rock & roll
Fotos: Maca Vásquez
Tengo varios festivales en el cuerpo, de todo tipo y este es en particular es uno de esos que se viven desde “La experiencia festival”.
Fuimos con el equipo (Diego Lira Video, Maca Vasquez fotos) a cubrir el Woodstako 2016 desde la perspectiva del cartel que ofrecía y las alternativas musicales que se van dando en los distintos escenarios. El escenario Enjambre, que muestra por qué lado va la búsqueda de las variantes del rock, que está ubicado en una meseta del terreno. Bleestaco, ubicado en una aldea a medio camino entre la meseta y el rio al fondo de la quebrada, donde se pueden encontrar las nuevas texturas en sonido y colores del indie y neo sicodelia. Y finalmente el escenario rock, junto al rio que tenía a los más consagrados en el escenario principal.
Al llegar al predio, lo primero que te sumerge en la experiencia Woodtaco es la bajada en un coloso tirado por un tractor, el medio de transporte oficial para llegar con el equipaje hacia la zona de campamento en el escenario Rock. Este viaje es por un camino serpenteante, lleno de carpas, donde la gente te da la bienvenida con una alegría que te contagia hasta el fin del festival. Todo es camaradería, todo es ecología, respeto por el prójimo y el medio ambiente, y poco a poco te encuentras viviendo un festival desde las zonas de comida, desde las carpas, o simplemente cuando te sumerges en el rio por horas escuchando y aplaudiendo la música que sale en medio del bosque, mientras pasan los días, las noches y la música en medio de un paisaje que se lo quisiera el mejor festival del planeta.
Por alguna razón que no termino de descifrar, Woodstaco hace que se uno sincronice su espíritu con el cosmos y la madre tierra al compás del rock nacional, en un festival que está producido por 15 amigos que se preocupan de que no falte nada, no falle nada y puedas vivir ese viaje místico sin turbulencias y de la manera más amable que puedas imaginar.
¿Y el rock? El rock goza de buena salud, como goza de buena salud Woodstaco, ese viaje mágico que vale la pena vivir.