Sumando Primera y Segunda, en 1974 el fútbol chileno contaba con 34 clubes profesionales. Una década después, eran 44 (récord histórico de participantes). ¿Cómo se gestó esta inflación?
Por un lado, se eligieron muchas ciudades a dedo para completar la expansión territorial iniciada en los 60: a fines de los 70, fueron integrados varios cuadros del norte (Arica, Iquique, Atacama y Cobresal); un lustro más tarde, sucedería lo propio con la región de Los Lagos (Valdivia, Osorno y Puerto Montt).
Otros ascensos por secretaría se definieron gracias al total despelote que pronto reinó en nuestra estructura de torneos. Baste un ejemplo: en 1985, la Primera División contó 26 equipos (!). El Ascenso fue quedando despoblado, hubo que llenar cupos a la carrera y así varios equipos minúsculos -como Quintero Unido o Deportes Victoria- entraron al fútbol rentado por la ventana (y se fueron rápidamente por ahí mismo).
Por último, con el nacimiento de la Tercera División, desde 1981 otros ascensos se definieron en cancha. El primer campeón fue Fernández Vial, que en la final derrotó a Deportes Laja.
La Laja, de hecho, fue sede de un equipo hoy fantasmal que alcanzó a jugar 4 temporadas en el profesionalismo. Fundado en enero de 1981, tras esa final perdida el cuadro albiverde rápidamente tuvo su revancha y en 1982 subió a Segunda superando en una liguilla a Lautaro de Buin y Súper Lo Miranda (estandarte del “fútbol empresa” de medio pelo).
A decir verdad, Deportes Laja también fue un representante de esa fugaz moda, cuando diversas compañías privadas y estatales auspiciaron el fútbol en regiones, a veces con singular éxito (Huachipato y Cobreloa, por ejemplo) y también con escándalo (Lozapenco).
Laja fue un emprendimiento pelotero menor, patrocinado por la Empresa de Ferrocarriles del Estado (que tenía una maestranza en la vecina San Rosendo) y la Papelera (dueña de la Fábrica de Celulosa de Laja, Facela). El equipo jugaba en el estadio Ernesto Alvear, conocido como “Fortín Facela”, con capacidad para 3 mil personas. En total, la conurbación La Laja/San Rosendo no sumaba más de 25 mil habitantes: poco para sostener a un equipo profesional. Sin embargo, su situación geográfica en medio de la cuenca del Bío Bío la volvía “útil” justo cuando la vieja zona de La Frontera -de Linares a Temuco– acogía a casi una docena de clubes rentados.
El debut profesional de Laja fue espectacular: dirigidos por el mundialista Humberto «Chita» Cruz, en 1983 acabaron terceros e incluso disputaron un cuadrangular que determinó el ascenso de La Serena y Coquimbo. Esa sería la mejor participación histórica de los lajinos; al año siguiente bajaron a Tercera y subieron meses después tras un extraño torneo de apertura que otorgaba un cupo en Segunda. Y ahí se quedarían hasta 1987, cuando retornarían para siempre al amateurismo.
Deportes Laja jugó en Tercera hasta 1996; reinscrita en ese campeonato el 2004, al año siguiente la institución dejó de soñar con el profesionalismo para afincarse en su asociación de origen, donde hasta hoy participa en torneos regionales en su estadio remodelado por la Planta Laja de la CMPC.
Fotos: Lajino.cl