Paul Inder, hijo de Ian «Lemmy» Kilmister, habló después del tributo realizado a su padre en los premios Grammy, asegurando que «fue muy emocionante» para él.
«Creo que fue genial. Pienso que fue muy emotivo el mostrar ese respeto a mi padre en la forma en la que se hizo ese homenaje. Él habría estado orgulloso. Fue muy, muy emocionante para mí».
Sobre los últimos meses de su padre, dijo que «tuvo sus días buenos y días malos. Él batallaba para ir al escenario algunas veces, pero siempre lo lograba».
Comentó también que «un show, según escuché de Steve Luna, su asistente, que él estaba acostado sobre el escenario. Él escuchó al público gritando ‘Lemmy, Lemmy’ que se levantó y continuó».
«Él estaba determinado hasta el final. Por eso vivió. Él dijo ‘no hay nada que pueda hacer. No me voy a retirar’. El retiro no existía en su vocabulario. Para él, era todo hasta el final y él quería terminar con las botas puestas, y lo hizo».
Finalmente dijo que «él fijó un gran ejemplo para todos los músicos trabajadores. El respeto se gana por el trabajo duro, nunca parar, detenerse o rendirse. Él representaba eso».