Buscó crear un instrumento liviano, pero de buena calidad y sonido.
St. Vincent, nombre artístico de Annie Clark, diseñó una guitarra en conjunto con Ernie Ball, la que se ajusta de mejor forma al cuerpo femenino que las actuales.
La artista, que se persentó el año pasado en el festival Lollapalooza, dijo que «quería diseñar una herramienta que fuera ergonómica, liviana y pulcra» y que tuviera espacio para sus pechos.
Si bien se ha declarado una fanática de las guitarras clásicas, como las Stratocaster de Fender o las Gibson Les Paul, asegura que le complica tocar por su peso, agregando que «necesitaría viajar con un quiropráctico para poder tocar con esas guitarras. No es que no sean geniales, pero son poco prácticas y poco funcionales para una persona como yo por su peso».
Ernie Ball, co-creador de este diseño, añadió que este «desafía el mantener la integridad de su diseño original con la capacidad de ser liviana y balanceada mientras toca y que, además, la forma de la guitarra se adapte a su figura».