Adecuarse a los cambios… Parece una frase ya común, pero vaya que le cuesta entender a seres humanos y a todo tipo de instituciones. El cambio que viene de pronto y nadie se lo espera ha servido para mover sociedades e impulsarlas hacia horizontes más variados, pero –además- ha significado la muerte de aquellos que no han sabido adaptarse a tiempo. Desde los dinosaurios a los mamíferos en un simbolismo que nos sigue dando ejemplos. ¿Estará esta clase política entendiendo realmente los cambios que vive y busca el país?
La polémica entre los taxistas y Uber podría ser otra demostración de que se viene un cambio que romperá paradigmas en el transporte al cual habría que saber adaptarse más que enfrentarlo con mente cerrada. O este anuncio que hace el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, de profundizar el uso de internet para agilizar los procesos notariales.
Los cambios vienen siempre, son necesarios y nos hacen avanzar. Pero hay que estar atentos a ellos para surfear arriba de la ola y no ser arrasados por su fuerza implacable…