Por Jorge I. Lagás
En la última edición de Lollapalooza Chile pudimos hablar con el vocalista de Ghost, el mismísimo Papa Emeritus III, quien nos recibió para comentar varios aspectos de la carrera cada vez más ascendente de la banda sueca, así como el significado de su presencia en una cita como esa. Esto fue lo que nos contó:
Saludos, «Su Santidad». ¿Qué tal esta nueva visita a Chile?
Muy agradable. Las veces que habíamos estado antes siempre fue en septiembre u octubre, ahora es marzo y están en verano. Pensaba desde antes que Santiago es un bello lugar, pero ahora es como… guau. Hay mucha menos ropa así que se ven cosas bastante agradables en la calle. Es fantástico.
No deja de llamar la atención la presencia de un grupo como Ghost en un festival como Lollapalooza. Para algunos es raro. ¿Lo es para ustedes?
Personalmente no lo siento raro. En Suecia y Europa hacemos muchos, muchos de estos festivales. Es parte de llegar a más gente. Esto es una cosa promocional. Por favor, los fans en Chile y Argentina, no consideren esto una visita nuestra. Esto es una visita promocional. No se enojen si tocamos en un festival al que no pueden ir. Vamos a volver, ese es el punto. Volveremos para hacer algo más grande y mejor.
Pero se ve que lo pasan bien, también.
A mí me gusta. Nosotros escuchamos mucha música diferente y es bueno que podamos hacer un zigzag entre festivales como estos y otros más orientados al hard rock y al heavy metal. Personalmente, y hablando de la parte más social, siento que es más entretenido estar en festivales metaleros, porque conocemos más gente. Si estamos en un festival como el Download (Inglaterra) o el Hellfest (Francia) estamos todo el tiempo saludando personas, conocemos decenas de bandas, a los roadies, a todos los que trabajan. En festivales como estos, cada estrella pop es una estrella en su propio universo, así que no podemos compartir tanto. Eso lo hace un poco más aburrido en ese sentido, pero lo demás está bien.
¿De alguna manera es un privilegio la capacidad de moverse entre festivales metaleros y otros más pop?
Es por eso que lo hacemos cada vez que podemos. Si tienes la oportunidad de dar más que el resto, está bien. La mayoría de las bandas metal sólo tocan en festivales metal. Nosotros hacemos como mitad y mitad, entre festivales metal y festivales no-metal. Y qué vamos a hacer, ¿decir que no, si nos invitan? Sería bastante tonto. A veces pone a prueba a algunos fans, desafortunadamente, pero en Europa es más común.
Hablando de negocios, vienen de ganar el Grammy a Mejor Performance Metal por su single “Cirice”. ¿Qué cosas cambian después de eso? ¿En qué medida les importa? ¿Es como un punto de inflexión en su carrera?
Lo es. Desde un punto de vista personal, es muy importante, porque es un premio prestigioso. Sobre todo para nosotros, que no somos de Estados Unidos, Canadá o Gran Bretaña. Para un grupo sueco es muy poco común. Además te da muchas herramientas. Es como una especie de certificado. Puedes hacer lo que quieras con él, no tomarlo en cuenta si quieres, pero sirve mucho, por ejemplo, para moverse entre promotores de giras y shows. De muchas partes dicen “no, esta banda no” por cualquier razón, pero de pronto es como “ah, ¿ganaron un Grammy?”. Y cambia la cosa. Eso significa el Grammy.
Su presente es “Meliora”. ¿Cómo has sentido la respuesta al disco y a esta etapa?
Creo que el público ante el que hemos tocado ha crecido. En todas las giras, hasta hace dos años, nunca éramos cabeza de cartel. Ahora hicimos dos festivales como cabeza de cartel, al hilo. Y los recintos están llenos, antes no llenábamos. Esa es la mejor respuesta que he visto, además el disco ha recibido buenas críticas y se ha vendido bien, para lo que venden los discos ahora.
¿Han notado que el público es diferente, también? Aparte de ser más numeroso, es más heterogéneo.
Es diferente, porque hace unos años, cuando no teníamos mucha presencia mediática, llegaban fans a los conciertos y se sabían todas las canciones. Ahora llega gente enfocada más que nada en las canciones más difundidas, como “Cirice” o “He is”. Pero también es parte del crecimiento. Cuando empiezas a tocar ante miles de personas, siempre habrá un gran porcentaje que no te conoce bien. Que vienen porque es un show importante o atractivo y alguien les dijo que fueran. Y después reconocen la canción que escucharon en el auto o donde sea. Eso no lo hace menos valioso, son sólo diferentes maneras de aproximarse a la música y hay que aprender esos otros tipos de relaciones con el público.
¿Y cómo lo aprenden?
El lado bueno de todo esto es que hay que hacer un esfuerzo cada noche por ganarse a todos los que van. Puedes tocar eternamente para tus 300 fans más leales que se saben todo, pero si pasas a tocar para 3 mil personas, están esos 300 que están muy metidos en tu música y otros 2 mil 700 que no. Y tienes que ganártelos. Así que hay que trabajar duro. Y eso me gusta. Me gusta el sentimiento de convencer a alguien. Y de saber que no puedes dar menos del 100 por ciento.
“Meliora” muestra un nuevo sonido. Distinto, por ejemplo, al del primer disco. ¿Cómo ves esa evolución, lo sientes tan distinto?
Sí y no. Queremos que cada disco tenga su personalidad, pero no sonar como una banda distinta cada vez. Hay una delgada línea entre esas dos cosas. Nos gusta explorar, eso haremos cuando saquemos un cuarto álbum, pero al mismo tiempo hay elementos que se mantienen.
Todo este cuento de los disfraces, las máscaras, la pintura, el misterio de las identidades, les ha dado un sello especial. ¿Alguna vez se sacarán eso?
Me atrevo a prometer que mientras seamos Ghost, en el escenario o frente a las cámaras, siempre estaremos enmascarados. Pero eso no significa que seamos anónimos para siempre. No me siento muy anónimo aquí, de hecho, y si voy a un lugar de acá de Santiago como el Eurocentro, tampoco pasaría muy desapercibido, así que esto del anonimato o que nadie sepa quiénes somos es muy relativo. Pero eso es. Como Ghost, siempre usaremos máscaras. Andar enmascarado y ser anónimo no es lo mismo.
