Un primer paso… pero uno grande, con huellas y con esperanzas. Es el avance en las veredas del entendimiento que los Presidentes de Estados Unidos y Cuba dieron esta mañana luego de haber estado reunidos por más de dos horas para entregar, al finalizar, una declaración en conjunto.
La cita de Barack Obama y Raúl Castro se llevó a cabo en el Palacio de la Revolución y marca, tal vez, el fin del último bastión palpable de lo que fue la Guerra Fría, un distanciamiento entre Washington y La Habana que impidió por 88 años la visita de un Mandatario estadounidense a la isla.
Pero, claro, los caminos de la diplomacia requieren de tiempos y espacios. Castro alegó por el fin del bloqueo económico impulsado por Estados Unidos y pidió la clausura de la base militar de Guantánamo. Y Obama le recordó que son materias que debe ver el Parlamento y que aún, a su juicio, quedan deudas pendientes y diferencias en materia de derechos humanos.
Pero el primer paso está dado. Y, con ello, la sensación de que la tolerancia ha tenido hoy un gran homenaje, aquí, en el continente americano…