El guitarrista y líder del grupo habla con la radio del rock antes de su regreso a Chile.
Por Jorge I. Lagás
El sábado 16 de abril vuelve a nuestro país una institución del heavy metal mundial: los alemanes Accept, esta vez promocionando su más reciente disco “Blind rage” de 2014 y con toda su camionada de clásicos que han hecho historia desde hace más de 35 años.
La cita es en el Teatro La Cúpula, con entradas por Puntoticket, y mientras esperamos por ellos, su guitarrista, fundador y líder, Wolf Hoffmann, conversó con Futuro. Y junto con decir que estaba muy contento de volver a encontrarse con este público, contó también todo esto:
Están ya en la parte final del ciclo de promoción de “Blind rage”, que ya tiene dos años, ¿a estas alturas están preparados para saltar a otra etapa?
Absolutamente. Pensamos ir al estudio una vez que terminemos la gira. De hecho ya empezamos a escribir cosas, así que cuando estemos listos volvemos al estudio y continuaremos trabajando duro hasta que el próximo disco esté listo.
¿Y cuál es tu evaluación de lo que ha sido hasta ahora?
Ha sido súper bueno lo que nos ha pasado, en todos lados hubo buena respuesta. Incluso llegó al número 1 en Alemania, lo que no nos había pasado en todos estos años. Así que podemos decir que es el disco más exitoso que hemos tenido, todo un hito en nuestra carrera.
Es muy llamativo lo que ha pasado con Accept, desde que volvieron en 2010 con “Blood of the nations” entraron a una especie de segunda vida, sacando discos que han marcado la pauta en el heavy de esta década. ¿Cómo lo ves tú?
Sí, creo que los milagros ocurren, jajaja. Nadie sabía realmente lo que iba a pasar cuando decidimos volver a la escena. Qué puedo decir, estamos llenos de energía, no tenemos nada que perder, sólo ir para adelante y ver qué sucede. La respuesta ha sido tremenda, no hemos parado de girar y ya tenemos tres álbumes desde entonces. Las estrellas se han alineado a nuestro favor, me parece… o los dioses del metal, jajaja.
Un elemento clave en esta etapa es la llegada del cantante Mark Tornillo. ¿De qué manera crees que fue determinante en lo que es Accept hoy?
Oh, una tremenda importancia. No habríamos podido hacer nada de esto sin Mark. Es la chispa que prende el fuego del grupo. Cuando con Peter (Baltes, bajista) lo descubrimos, sabíamos que tenía algo especial y que había una buena posibilidad de volver, con un nuevo cantante. Encajó bien en cuanto a estilo y sonido, así que sabíamos que era con Mark o nada.
Hagamos un poco de historia, ¿qué lugar crees que tiene Accept dentro de lo que ha sido el desarrollo del heavy metal?
Es difícil para mí decirlo, porque no soy historiador ni periodista. Pero lo he escuchado varias veces y creo que es verdad: Accept fue la primera banda heavy metal de Alemania. Realmente creo que nadie tocaba más pesado y duro que nosotros cuando empezamos, hablando de lo que era dentro del país. De hecho, prácticamente fue en ese momento cuando la gente empezó a llamar esto “heavy metal” y nosotros estuvimos ahí de los primeros.
Estamos hablando de fines de los 70, la historia dice que ahí se empezó a acuñar el término heavy metal, ¿recuerdas ese proceso?
Claro, recuerdo que crecimos cuando nadie hablaba de heavy metal, todo era simplemente rock o hard rock. El primer disco de Accept era calificado como un disco de hard rock, después se instaló lo de heavy metal y pensamos: “bueno, si alguien merece ser llamado así, somos nosotros. Así que somos heavy metal”, jajaja. Hubo toda una generación de bandas alemanas de los 80 en torno a esto y nosotros estábamos de los primeros.
De hecho después vino una camada de bandas como Helloween, Running Wild, Rage y Grave Digger, de alguna manera todos ellos son hijos de Accept, ¿o no?
Jajaja, un poco, sí. Había harta influencia, y está bien, me parece perfecto. Da gusto ver que había toda una escena y que nosotros cumplimos un rol importante en toda esa gestación.
Incluso son citados como influencia por bandas más extremas, como Kreator o Sodom.
Sí, para mí lo más sorprendente es ver bandas norteamericanas, o de la escena thrash, que reconocen una gran influencia de Accept. Son grandes grupos. No soy muy bueno dando nombres, pero conozco a varios que me han dicho cosas como “viejo, cuando escuché ‘Fast as a shark’ en los 80 me cambió la vida y me di cuenta que quería ser músico”. Y es algo que no me esperaba.
A tu juicio, ¿cuál fue el disco clave de Accept, que los posicionó definitivamente y los hizo dar un salto cualitativo y cuantitativo entre los seguidores?
Depende a quién le preguntes. Para músicos y para fans más underground, fue ‘Restless and wild’ (1982). Para público más general, probablemente es ‘Balls to the wall’ (1983). Con ese entramos a Estados Unidos, nos tocaron en MTV, fue todo un acceso a más oportunidades, giramos mucho más, todo eso fue gracias a ‘Balls to the wall’. Pero antes de eso, claro, el que nos dio atención en el underground fue ‘Restless and wild’.
Y en lo personal, ¿tienes un favorito?
Oh, es difícil de decir. Creo que ‘Restless and wild’, porque tiene muchas canciones que seguimos tocando hasta hoy en los conciertos, como ‘Fast as a shark’ o la misma ‘Restless and wild’. Son todos clásicos inmortales.
¿Y qué hay de ‘Eat the heat’ (1989, con David Reece como vocalista)? ¿Todavía te gusta lo que hicieron en ese disco, muy distinto al resto?
Me gusta la forma en que compusimos las canciones, no me gusta el resultado final. Y todos saben que no anduvo muy bien, pero en realidad hay algunas joyitas ocultas en ese álbum que merecen otra oportunidad. Y quizá algún día hacer algo con ellas, hasta ahora no hemos tenido el tiempo.
No sería malo. Ya hablando del show que veremos en Chile, ¿qué se puede esperar?
Se van a encontrar con dos miembros nuevos, Uwe Lulis en guitarra y Christopher Williams en batería. Creo que tenemos una banda muy fuerte, quizá la más fuerte que hemos tenido nunca. Y estamos tocando mejor que nunca y pasándolo mejor que nunca. En cuanto a las canciones, es una combinación de los viejos clásicos y material de los últimos tres discos.
¿Sacarás otro disco solista pronto?
Hice uno, de hecho. Lo terminé ahora y lo voy a lanzar este año. Es la continuación del anterior, en la misma línea, música clásica escrita para guitarra rock, esta vez con orquestaciones. Muy divertido. Un concepto similar al previo, pero más orquestado y con mejor producción. Suena más grande y melódico. Estoy muy orgulloso de él, ojalá les guste cuando salga.
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