126 años… Eso cumplirá, en unos meses, el viaducto sobre el río Malleco. Fue una de las obras colosales que dejó el Presidente José Manuel Balmaceda, el puente más alto del mundo en esos años y, hasta hoy, el más imponente de Latinoamérica. El viaducto no sólo ha soportado millones de trenes pasando por sobre su esqueleto de acero, sino, también, la recia arremetida de la naturaleza y sus temblores aniquiladores. El viaducto es una proeza de la ingeniería y un orgullo, hasta el día de hoy, de la eficiencia del Estado chileno.
Y ahora, 126 años después, damos la vuelta al mundo por otra “proeza” de la ingeniería civil, el que sería el puente levadizo sobre el río Cau Cau, presentado con pompa en el gobierno del ex Presidente Piñera. Hoy, el ministerio de Obras Públicas confirmó que el puente deberá ser demolido porque jamás pudo arreglarse, lo que significa tirar 18 mil millones de pesos a la basura. Tenemos sobre el Malleco un puente para el orgullo hecho con la ingeniería de hace más de un siglo. Y otro puente para la humillación mundial, hecho por burócratas que hablaron de ser los mejores y que ni siquiera pudieron pese al auxilio de la tecnología moderna… Bienvenidos a Palabras sacan Palabras…