Acorde a los tiempos… Decíamos la semana pasada que el trasfondo de la pelea entre los taxistas y Uber es que se convirtió en un diálogo de sordos entre los que manejan el lenguaje de la tradición contra los que dominan el habla del futuro. En avance de internet y su permeabilidad social es irrefutable. Los taxistas se están estrellando frente al muro de la realidad y algo parecido podría ocurrir con nuestro sistema electoral si no aplicamos rápido el voto electrónico.
Eso de hacer largas filas bajo el calor de verano es una imagen que ya se relaciona a un rito anticuado, de una era que ya está quedando en blanco y negro. Por eso, es interesante la propuesta que diputados de RN le entregarán al Gobierno para avanzar en un voto electrónico.
“Con las herramientas tecnológicas disponibles hoy podemos hacer transacciones bancarias y trámites complejos en el Registro Civil… ¿cómo no vamos a ser capaces de usar estas plataformas para aumentar la participación ciudadana en nuestra democracia?”, afirma –con razón- el diputado de RN, Alejandro Santana.
El voto electrónico es un gran paso. Sólo falta el otro, la modernización de una casta política que ha demostrado más sintonía con el poder que con la gente común y corriente que hace la cola frente a la urna…