“Si pasa algo, te pido, Valiusha, que el dolor no te mate»… Así concluía el mensaje que Yuri Gagarin le dejó a su esposa apenas un día antes de subirse a la nave Vostok-1 y pasar a la posteridad como el primer ser humano en salir rumbo al espacio.
La proeza cumple hoy 55 años y es recordada para siempre como el mayor ejemplo de valor, coraje e inteligencia de la Humanidad, sólo comparable con la osadía de aquellos marineros que conquistaron mares en embarcaciones de madera, sin tecnología y venciendo el terror de la ignorancia que los hacía creer en monstruos marinos o precipicios de una Tierra que se pensaba plana.
Yuri Gagarin, vaya paradojas del destino, moriría apenas siete años después mientras pilotaba su MIG-15 en un confuso accidente aéreo. Pero tuvo el tiempo suficiente para convertirse en héroe y demostrar que siempre se puede ser capaz de romper esas fronteras que te construyen y que suelen parecer tan inalcanzables…