Mala señal… Así tildan en la derecha y en este Gobierno la decisión de la justicia de otorgarle libertad condicional a más de 1.500 reclusos a nivel nacional. Según la Corte Suprema, la medida, solicitada por Gendarmería y que se entrega una vez cumplidos estrictos requisitos, responde a la necesidad de reducir el alarmante hacinamiento que existe en las cárceles del país.
Como prueba de que esta resolución va en contra del combate a la delincuencia, surge el caso de un sujeto que estaba con esta prerrogativa judicial luego de cumplir más de la mitad de su condena en Valparaíso y que fue detenido nuevamente por robo. Es cierto, puede que de estos 1.500 ex reclusos una veintena o un centenar recaiga y deba ser encerrado otra vez, pero si hay otros mil que pudieron enrielarse creo que como sociedad podemos estar satisfechos. Porque las cárceles no sólo deben ser centros de reclusión sino, también, de preparación para volver a tener otra oportunidad en una sociedad que, muchas veces, ni siquiera les dio las herramientas de no ser otra cosa que delincuentes, como lo fueron sus padres o abuelos… Mala señal, argumenta a través de su ministra de Justicia, un gobierno “progresista” que acorralado por las encuestas y perdidos en su línea ideológica, vuelve a pensar idéntico a los sectores más conservadores de la derecha…