¿En qué Chile creerán que están viviendo?… Nos referimos a los ejecutivos del Metro de Santiago que quisieron regular la participación de cantantes en sus andenes prohibiendo que se interpretaran canciones que pudieran ser usadas como herramientas de causas políticas, sociales, ambientales, religiosas o de cualquier índole activista.
La denuncia de esta curiosa ordenanza fue realizada por el músico Carlos Ledermann en una columna de opinión señalando, con ironía, que, “la idea de este concurso es decirle al músico: acepte la censura, cante cancioncitas tontas y sin contenido, no se ponga creativo, no componga, no hable de cosas indebidas, no diga nada que pueda generar reacciones incómodas, escoja muy bien su repertorio para que no haga covers de grupos y/o autores ‘complicados’”.
Y, claro, ante la polémica, Metro echó pie atrás anunciando que modificará las bases del programa «Música a un Metro» luego de escuchar a distintas organizaciones culturales y, dijeron, “músicos connotados”.
La censura, la represión o la discriminación están a la vuelta de la esquina. Se esconden en frases como “En orden y tranquilidad Chile Avanza”, “control de identidad”, “combate a la delincuencia” o en ideas como esta del Metro que, gracias a una ciudadanía atenta, quedaron sólo en la comprobación de que los ciudadanos debemos siempre estar atentos… Bienvenidos a Palabras sacan Palabras