“72 horas más y habría podido darte un abrazo”… Son las sentidas palabras de Edgar Vivar, el señor Barriga de la Vecindad del Chavo, al enterarse del fallecimiento de su gran amigo, de Rubén Aguirre, el querido Profesor Jirafales.
Edgar Vivar compartió cientos de escenas con el profesor pero, lo más importante, compartió la emoción que gran parte del pueblo latinoamericano sintió al saber de la muerte de Rubén Aguirre, de ese profesor paciente, dedicado, que de alguna forma nos explicó que la noble misión del magisterio es una sola en toda el continente. El profesor Jirafales que pudo haber explotado en cólera pero se contuvo, que quiso renunciar ante la nula respuesta de sus alumnos pero igual siguió adelante en su apostolado.
En el profesor Jirafales descubrimos muchos de nuestros propios maestros y también la gran enseñanza de que la educación es, a fin de cuentas, un acto de solidaridad. La noble tarea de entregar lo que alguna vez a ti también te entregaron…