Un roadie tuvo que ir a buscarla a Londres para que comenzara un concierto de Guns N’ Roses.
Una vez, Axl Rose se rehusó a salir al escenario y dar arranque a un show de Guns N’ Roses sin su chaqueta favorita.
El cantante, quien hasta antes de la reunión de la banda con Slash y Duff McKagan solía tener por costumbre partir los conciertos con un considerable atraso, no quiso hacer su trabajo sin tener puesta su chaqueta amarilla, un episodio que recordó el director Cameron Crowe, quien por estos días presenta su nueva serie «Roadies».
En entrevista con Entertainment Weekly, el realizador contó que en la etapa de preparación de la serie, el mito de la chaqueta regalona de Rose era un tema que se hablaba mucho dentro de la comunidad de roadies en el rock: «Siempre decían que había un tipo que trabajaba para Guns N’ roses y que en un show Axl Rose necesitaba la chaqueta amarilla que había dejado en Inglaterra antes de poder hacer el show. Así que tuvo la misión de tomar un avión lo antes posible, ir a Londres, encontrar la chaqueta amarilla de Axl Rose y volver para recién ahí comenzar el concierto».
Crowe continúa: «La mejor parte de esta historia no es que alguien haya tenido que ir a recoger la chaqueta amarilla para Axl Rose, sino que la prenda se convirtió prácticamente en un verbo, el ‘chaqueta-amarillear'».