De espaldas a la gente… Se siente pasada de moda esa forma que dominó hasta hace poco de hacer política, esa que el senador Andrés Zaldívar simbolizó con las cocinas en las cuales unos pocos le preparan los platos al resto, al pueblo llano. Es esa mirada que aún cree que la cosa pública es responsabilidad de unos elegidos por linaje o ciertas condiciones que los posibilitan para caminar por los vericuetos del poder.
Actuar en política de espaldas a la gente es la señal de quienes no entienden el Chile que viven o que –derechamente- menosprecian la democracia que dicen defender. El último caso al respecto lo representan Joaquín Lavín y el alcalde de Las Condes, Francisco de la Maza. Este último estimó de manera individual, no colectiva, que él estaba para cosas mayores en política y decidió heredarle su puesto en el municipio de la zona oriente a Lavín, a quien, paradojalmente, había sucedido hace 16 años.
A De la Maza y Lavín no le importaron las primarias, la gente, ni las opiniones de sus propios partidarios. Porque, como los que creen en las cocinas, no sintieron ningún pudor de actuar a espaldas a la gente…