Fue un tremendo bajista y de eso no hay duda ni discusión; un revolucionario de su instrumento en plena era del Trash Metal. Fue eso lo que llamó la atención de Hetfield y Ulrich cuando lo vieron tocando para Trauma, su primera banda. Flaco, medio hippie, siempre de jeans con poleras de Misfits, una mezcla rara en ese mundo. Estampa propia, discurso único. Cliff Burton fue un enorme músico y que Metallica supo aprovechar para sacar sus mejores placas de estudio probablemente.
Su muerte, una maldita coincidencia entregada al azar, un accidente que nunca debió ocurrir, pero pasó. Por algún motivo y probablemente por la fuerza de Metallica, Cliff no se transformó en leyenda o figura divina, siempre ha estado entre nosotros, porque en su personalidad siempre irradió ser uno más, por eso la pregunta que me surge es ¿qué sería de Cliff Burton hoy? ¿Qué música estaría haciendo? ¿Seguiría en Metallica? ¿Seguiría existiendo Metallica? No los sabemos, ni lo sabremos, así que sólo queda entrar en el fascinante e interminable mundo de lo que pudo ser.
A modo de sensaciones y con la misma certeza de un médico hablando de economía, creo que su imagen se acercaría a esas figuras transversales de la historia de los rock, respetados, admirados y queridos como Joe Strummer o Johnny Cash. No sé, es la idea que siempre me ha nacido, experimentando con nuevos sonidos, llevando el Metal más allá de sus propias posibilidades, ligando con experimentos electrónicos, todo siempre detrás de una imagen de respeto universal hacia su figura. O a lo mejor no… cómo saberlo ¿no?
Creo que tenemos una vida entera para elucubrar sobre qué habría sido de Cliff Burton, hoy en el 2016, en el día que se cumplen 30 años de su anticipada partida, por eso lo mejor será destapar una botella de algo con alcohol, alzar las copas y brindar por un personaje del rock que se ganó un lugar dentro ese grupo de inmortales como Joe Strummer, Joy Ramone o Johnny Cash ¿Alguien tiene alguna duda al respecto? Yo no.