Por Rainiero Guerrero
Entendiendo que el Rock and Roll Hall of Fame es una institución creada para homenajear a quienes dejaron una huella indeleble en la historia del rock and roll y haciendo vista gorda a sus intereses, sus manejadores y si finalmente han rendido merecido tributo a estos personajes, no vamos a cuestionar si es una institución validada, porque al menos recatamos que exista y ponga en el lugar que se “merecen” a quienes han construido con su música en el desarrollo de eso que tanto nos gusta, la música con actitud rock, ya sea como metal, grupos vocales, metal, hardcore, hip hop, etcétera.
Dicho lo anterior, elevamos un enérgico reclamo antes sus autoridades y exigimos explicación alguna para aclarar cómo es posible que tremendas figuras de la historia y evolución de la música popular aún no tengan su espacio en el Salón que tiene sede en Cleveland. Alguno de estos nombres son: Iron Maiden, Slayer, Pantera, Judas Priest, Ozzy Osbourne (sólo está como miembro de Black Sabbath), Motorhead, Megadeth, Alice in Chains (a propósito de la reciente nominación de Pearl Jam), ¡¡¡RONNIE JAMES DIO!!!, Soundgarden, Blue Oyster Cult, Faith No More, Thin Lizzy, Jethro Tull, King Crimson, Bad Company y como en pedir no hay engaño, una banda que realmente, en esta parte del mundo, creó un nuevo sonido mezclando el rock con elementos de la música latinoamericana, marcando un nuevo rumbo en el rock fusión; por cierto que hablamos de Los Jaivas.
Cómo sea, bien por los que están, los merecidos y los inmerecidos, pero quedamos a la espera de saber cuándo se hará justicia por esa pequeña y nada despreciable lista de grandes héroes del rock.