ADVERTENCIA: ESTA NOTA CONTIENE SPOILERS
Este domingo se estrenó la séptima temporada de «The Walking Dead», con un episodio de alto impacto que dejó en shock a sus fanáticos, en el que se conoció quién fue la víctima de Negan (Jeffrey Dean Morgan).
La premiere de la nueva temporada de la serie de AMC conectó con la última escena del epílogo del sexto ciclo, con Rick Grimes y el resto de los sobrevivientes de Alexandria rodeados por los Saviors, grupo liderado por el nuevo antagonista.
Negan finalmente eligió a Abraham como su víctima, machacando su cabeza con su bate Lucille de forma brutal. En ese momento Daryl decidió golpear al villano, acción que tuvo graves e inesperadas consecuencias: en respuesta, el nuevo enemigo las emprendió contra Glenn, destrozando su cabeza frente a Maggie. La secuencia fue similar a lo ocurrido en el cómic. «Lucille está sedienta. ¡Es un bate vampiro!», exclamó un extasiado Negan ante el estupor de Rick y los suyos.
En el resto del capítulo, el antagonista dejó en claro que lo suyo va en serio, torturando mentalmente a Rick y asegurándole que las reglas cambiaron y que ahora él y su grupo deben someterse a sus órdenes. Incluso, Negan llevó al protagonista al límite, dejándolo en una difícil encrucijada, obligándolo a cortarle uno de los brazos a su hijo Carl, y si no lo hacía, mataría a todos. Cuando Rick iba a asestar el golpe, el líder de los Saviors lo detuvo y le exigió a comprometerse a trabajar para él. «Tú respondes ante mí, tú me provees y tú me perteneces», le dijo, para finalmente dejarlos partir. Además, el villano secuestró a Daryl como prenda de garantía.