Era 16 de septiembre y muchos ya estaban tomando hasta el agua del florero o pasando la resaca como previa a las fiestas patrias nacionales. Mientras tanto, esa misma fecha pero en el otro lado del mundo, los integrantes de la banda de death metal criolla Thornafire recién se encontraban terminando una gira europea que tuvo su génesis a principios de agosto.
Fue más de un mes en que el grupo formado por Tomás García, Andrés Arancibia y Víctor Mac-Namara viajó por Inglaterra, Irlanda del Norte, Alemania, Austria y Polonia para así concretar su cuarta expedición por el viejo continente. Sobre lo ocurrido en la veraniega Europa, las anécdotas, amistades extranjeras y lo que viene en el futuro conversamos a continuación precisamente con su líder, Mac-Namara.
-¿Cuáles fueron los hechos más importantes que vivieron de gira?
Seguir con la porfía musical, el no darse por vencido frente a las adversidades. Es bien complicada la actividad cuando la haces de manera independiente: desde el transporte de Sudamérica a Europa, hasta las problemáticas que se generan en los trabajos, donde no les gusta (ni entienden) mucho del tema, ya que les incomoda o da envidia que uno salga de la jaula más allá de las tres semanas de vacaciones. De hecho, de regreso a mí me echaron de la pega por lo mismo.
Son obstáculos que la gente a veces no conoce porque piensa que las giras son comprar los pasajes y listo, pero detrás de ello hay mucha logística y situaciones humanas por resolver, pero ahí es donde sacamos el sonido de la perseverancia –como diría Death– y sacamos esto adelante por cuarta vez. Creo que dejamos una huella más profunda que las otras veces, en parte porque en esta oportunidad el equipo humano fue mayor: llevamos nuestro propio sonidista y encargado de iluminación.
-Esta ya es la cuarta vez que giran por Europa, por lo que creo que la mentalidad de la banda no es la misma a la hora de afrontar esos escenarios. ¿Qué creen que es lo que más cambió en ese sentido?
En las primeras ocasiones había otro pensamiento. Creo que Chile, al ser tan sureño y además tener la cordillera como una barrera natural, vive en un aislamiento geográfico que a la mayoría nos confunde respecto a lo que pasa en otros lados. Las primeras veces era más loco afrontar un escenario de Europa; ahora nosotros sólo nos subimos al escenario a hacer lo que siempre hemos hecho: dejar la cagada y entregar vibra diabólica sureña, que para los europeos continúa siendo exótico.
-Del mismo modo, con esta cuarta ocasión en el viejo continente ya puedes hacer una comparación más profunda de cómo se vive el metal allá versus escena local. ¿Cuáles serían esas diferencias?
En estricto rigor es lo mismo: música para gente algo fuera del sistema, que comulgan con melodías intensas y que tocan fibras de tu espíritu pagano. Hay más industria y actores en los países con dinero. De igual forma, algunos lugares del Este, como Polonia, no tienen tantos recursos, pero muestran todo lo que se llama la garra. Lo que sí, en Alemania existe más el concepto de llevar esto como estilo de vida.
-¿Los lugares que visitaron en esta oportunidad son nuevos o ya habían estado allí?
Hay ciudades que se han repetido, pero lo más nuevo y grosso fue tocar en Inglaterra e Irlanda. Como las dos son islas hay todo un rollo geográfico y sociocultural distinto al que se vive en el centro Europa. También hicimos un pequeño tour por Polonia. Estuvo loco eso.
-¿Por qué “loco”? Cuéntame un poco más de eso.
Porque los polacos son súper buenos para tomar jajaja, también son un tanto agresivos, pero todo salió bien cuando tocamos allá. Eso sí, fue difícil agendar las fechas en Polonia. No era cosa de llegar, mandar un mail y listo: show confirmado. Tuvimos que trabajar harto y gracias a las gestiones de la banda black metal argentina Mortuorial Eclipse pudimos gestionar un mini tour por ese país.
-Háblame un poquito más de la relación formada con Mortuorial Eclipse
A los tipos los conocí en el Criminal Metal Camp Fest de Córdoba el año pasado, pero ahora nos toco hacer esta gira por Polonia y se dio todo muy bacán. Nos ayudaron un montón en este tour. Fue bueno saber que gracias a la música y viajando se puede botar a la basura un montón de prejuicios. Pienso que el metal puede reunir, como ningún otro género, personas de distintos países en ambiente de buena onda.
-¿O sea, no hubo bromas por las finales de la Copa América jaja?
No. Como dije, la música ocupa un poquito más de neuronas que sentarse y ver cómo gira una pelota, por lo que eso de bromas futbolísticas y estereotipos son prejuicio que no contribuye mucho.
-¿Se toparon con “conocidos” en los lugares que ya habían visitado? Llámese, personas que los habían visto en oportunidades pasadas.
Muchos die hard metalhead que se van repitiendo en los festivales. En la escena death metal que, mayormente va envejeciendo, los personajes y actores son relativamente los mismos. Cuento aparte, fue bueno reencontrarse con los Undercroft en Hamburgo; mis respetos a esos dementes.
-¿Harán registros, ya sea videoclips o álbumes/temas en vivo en esta oportunidad?
Tememos algo de material, pero aún estamos pensando qué podríamos hacer con esos registros.
-¿Cómo afectan estas giras y nuevas experiencias al progreso de Thornafire? ¿Qué se viene más adelante?
Para un latino es cuatro veces más difícil mostrar esta cultura en otros lados como Europa, pero lo que te pega y te deja vivo te entrega nuevas cualidades. Veremos qué pasa en lo musical, que aparte de las gestiones y los “negocios musicales”, sigue siendo mi mayor interés.
Fotos: Lady Metal, Carolina Tauber.