El pasado fin de semana, Sting fue el encargado de llevar la música de regreso a el Bataclan, en París, un año después del ataque terrorista que costó la vida de 90 personas que asistían a un concierto de Eagles Of Death Metal
«Esta noche, tenemos que conciliar dos deberes: primero recordar a quienes perdieron la vida en el ataque y también celebrar la vida, la música, en este lugar histórico», dijo el músico en francés antes del inicio del show, donde homenajeó a las víctimas.
En la sala, con una capacidad de casi 1.500 espectadores, se reunieron sobrevivientes y familiares de las víctimas que murieron hace un año.
Sting no cobró por el concierto, cuya recaudación se destinará a las asociaciones de víctimas.